domingo, 2 de junio de 2013

EL YUYO RETUVO CAMPEONATO







El peleador Flavio Hernández Melgarejo retuvo el Campeonato Intercontinental Súper Gallo de la Unión Internacional de Boxeo de Campeonatos (UIBC), luego de vencer al tlaxcalteca Walter Lina Ordóñez por decisión unánime en pelea pactada a 10 rounds, que tuvo como sede la discoteca Nueva York Light, ubicada en el municipio de Atlixco, Puebla, dentro de la cartelera “La Revancha”. El “Yuyo” dio cuenta, por segunda ocasión consecutiva por la misma vía, del “Cachorro” Lina por votaciones de 98-93, 98-92 y 98-92. Ahora, el oriundo de Teziutlán buscará enfrentarse a Jesús “Zurdo” Galicia.
En el primer asalto, ambos contendientes sostuvieron un pleito de toma y daca, sin que ninguno lograra imponer condiciones.
En el segundo episodio, el “Yuyo” Hernández tomó una ligera ventaja al conectar en más ocasiones a su oponente, quien durante toda la contienda se mostró aguerrido.
En el tercer rollo, la entrega de uno y otro boxeador hizo que se dividiera la afición, lo que provocó que se dieran con todo en el intercambio de guantes.
En el siguiente round, Walter Lina tuvo un bajón físico, lo que aprovechó el poblano para conectarlo con volados, rectos y jabs con la derecha para hacerlo tambalearse y buscar las cuerdas como respaldo para no caer. En el quinto, siguió la tónica: el “Yuyo” se impuso con soberbios derechazos.
En el sexto round, el tlaxcalteca recobró el control y empleó una mejor defensiva para tratar de boxear al monarca, lo que le dio un respiro.
Tras la siguiente campanada, el campeón salió con todo tratando de arrinconar a Lina en los encordados, lo que consiguió para castigarlo, pero le faltó tino, además de que sus golpes poco dañaron, ya que casi todos tuvieron como blanco el cuerpo de su oponente y no las zonas donde más estropean.
En el octavo, el poblano mantuvo el ritmo y consiguió golpear a Walter Lina, quien dio muestra de que quedó mareado, pero sin doblegarse.
En el noveno round, Flavio Hernández acomodó par de golpes en la cara de su oponente haciéndolo que se le doblaran las piernas y aunque fue por él con más intensidad, llegó la campanada que puso fin al castigo.
En el último round, los dos boxeadores echaron toda la carne al asador, pero fue el “Yuyo”, quien conectó los últimos golpes, que le dieron la victoria.