martes, 21 de junio de 2016

EN LÍNEA CON TU SALUD, LA COLUMNA DE YASS GUEVARA

FACTORES RELACIONADOS CON LA OBESIDAD

En una sociedad marcada por el sedentarismo y las extremas comodidades de la tecnología, existe una creencia generalizada acerca de la predisposición a la obesidad. Seguramente muchas veces has escuchado frases como “soy de huesos anchos”, “siempre he sido gordo y mi familia también”, “como poco, pero no dejo de ganar kilos”, pero, se ha preguntado ¿qué tan ciertas son dichas afirmaciones?
 Cuando termines de leer estas líneas verás que no todo depende de la genética, que en la mayoría de las ocasiones ¡querer es poder!, y que la mejor receta contra el sobrepeso es el deporte, la constancia y la vida sana. La buena noticia es que cambiar es algo que está en tu control.
LA HERENCIA Y LA OBESIDAD
Si nuestros padres son obesos ¿estamos destinados también a serlo? ¿Qué peso tiene la herencia genética? Los estudios indican que la gordura es una enfermedad influenciada por el estilo de vida que seguimos, lo que comemos y los factores genéticos que aportan un porcentaje al resultado final. Uno de los trabajos que más luz arroja sobre esto es el de HERITAGE Family Study, que determinó la influencia de la actividad física sobre el sistema cardiovascular, metabólico y hormonal. Dicho estudio se llevó a cabo en familias sedentarias y el resultado concluyo que los genes relacionados con la predisposición a ser obesos y sufrir enfermedades derivadas del sobrepeso determinaban en un 50% que lleguemos a padecer esos problemas. Es decir, el restante 50% depende de nosotros, de nuestro estilo de vida y de lo que comemos.
¿Por qué es habitual ver a familias con clara tendencia al sobrepeso y otras que no? Más que nada por la herencia genética, los científicos determinan que esto se debe a la herencia social y al peso de las costumbres. La gente con sobrepeso tiene un nivel de ingesta elevado, muy superior a su gasto calórico. Si además su nivel de actividad física es bajo, se está dando muchas ventajas a los genes que determinan la predisposición a la obesidad.  Esos genes son los polimorfismos de FTO (Fat Mass and Obesity Associated).
Es necesario desterrar esa idea tan popularizada que asume la mayoría y pensar que la obesidad no está determinada genéticamente al cien por ciento. Si todavía piensas que el ejercicio no supone tanto cambio para tu vida, equivocas.

Recuerda que la salud es la riqueza más valiosa del ser humano. Hasta la próxima.