viernes, 20 de diciembre de 2019

ÁNGELES NEGROS, LOS BABYS Y LA SONORA SANTANERA FESTEJAN A LO GRANDE LOS 50 AÑOS DE “LA ALMEJA”.

Con motivo de los primeros 50 años de la empresa de mariscos La Almeja, hace unos días el Auditorio del Complejo Cultural de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla presentó por primera vez juntos a Los Ángeles Negros, Los Babys y La Internacional Sonora Santanera en dos funciones que plasmaron la nostalgia entre los amantes a la buena música de antaño.
 

Ángeles Negros.
Correspondió a Los Ángeles Negros abrir la tardeada musical presentando a lo largo de una hora los éxitos que han acumulado a lo largo de los años, iniciando con “Déjenme que estoy llorando”, siguiendo con aquella llamada “Cuando tú te vayas”, a la que le siguió “Debut y despedida” y “Esta noche la paso contigo”, sin olvidar la que grabaron con el poblano Juan Solo, “Ámame”.
Subió al escenario como invitado el cantante Jaciel para interpretar “Porque te quiero” y después el grupo recordó a Camilo Sesto con la canción Algo de mí. Vendría “A la mujer que tanto amé” y “Cómo quisiera decirle”, para despedirse con la inolvidable “Y volveré”.
 

Los Babys.
Apareció en escena el grupo “Los Babys”, que conserva a dos de sus integrantes originales, Carlos y Enrique Ávila, que cautivaron al sector del público que los fue a apoyar, entonando canciones como Me piden, Mi loca pasión, Si conmigo tú no estás y Sabotaje, regalándonos Yo que no vivo sin ti, solamente con el sonido de la guitarra de Carlos Ávila, y tras la interpretación de algunos éxitos más como ¿Por qué? Y Triángulo, invitaron al escenario a su invitado, justamente el creador del sonido de Caifanes, el Maestro Alejandro Marcovich, para tocar Jinetes en el cielo y El Rock de la Cárcel, cerrando su participación con el tema Cómo sufro.
 


La internacional Sonora Santanera.
Sin lugar a dudas, se llevaron los aplausos de la gente que acudió al Auditorio del CCU BUAP, desde que aparecieron en el escenario interpretando La boa, seguida de la contagiosa Bomboro Quiñá Quiñá, y arrancando suspiros con Perfume de Gardenias.
Luego escuchamos Los aretes que le faltan a la luna, así como Fruto robado, y con El yerberito moderno pararon a la gente a bailar, quedándose de pie ante la interpretación de El mudo.
Una pequeña pausa en el baile la dio una hermosa canción dedicada a Puebla, llamada “Mi hermosa Puebla”, tras la que el público volvió a ponerse de pie para cantar Ay, cosita linda, Tita y Musita, cerrando su actuación con Luces de Nueva York, Mil horas y Los luchadores, estas últimas después de que habiéndose despedido, la gente no los dejó irse gritando el tradicional “Otra, otra, otra…”