Acompañado
a distancia por el entrenador de los Aztecas de taekwondo, Julio Álvarez, el
coach David Sicot ofreció una plática bajo el nombre de “La experiencia de
ganar un boleto olímpico”. Ahí habló sobre sus andanzas con el equipo nacional
de Marruecos y cómo fue su experiencia de ser el artífice de tres plazas
olímpicas para ese país africano. Para iniciar agradeció su paso por México
siendo parte del equipo tricolor en conjunto con el coach Álvarez para un ciclo
olímpico, pues eso le sirvió al tomar las riendas del cuadro marroquí.
Quedarse como el único coach de la
selección, con medio equipo a unos días de empezar los entrenamientos, un
crecimiento exponencial de los atletas que restaron, derrotas dolorosas en
torneos internacionales, con un camino incierto antes de Juegos Olímpicos y
demás inconvenientes fueron tratados por el coach del equipo nacional de
Marruecos, David Sicot, en una charla organizada por la Universidad de las
Américas Puebla para su comunidad.
Él llegó en 2017 y de inmediato enfrentó dificultades, pues narró que tuvo
una disminución en su unidad de entrenadores desde el principio hasta quedarse
sólo. Los atletas eran muy jóvenes, con apenas 16 años, y paulatinamente fueron
abortando la misión debido a que las prácticas les parecieron muy pesadas.
“Cuando llegué me encontré un equipo que estaba haciendo el Ramadán, parte de
su religión que dura un mes donde no comen y no toman de agua hasta que cae el
sol, entonces el primer entrenamiento fue de las 19:00 a las 20:00 y el segundo
de las 24:00 a la 1:00 de la madrugada”, comentó.
Con el equipo que restó y siendo,
entrenador, terapeuta, psicólogo y todo, el coach David se propuso a hacer un
trabajo de base, físico y táctico con atletas de buena altura, fuertes, con
plena disposición y la disciplina idónea para llegar al nivel deseado que les
hizo ganar torneos internacionales y también perder algunos combates
enfrentando a duros oponentes que les hicieron ver en qué debían trabajar.
Aunque la prueba máxima fue el torneo para obtener plazas para Juegos
Olímpicos, donde el coach David narró que la parte mental fue esencial, pues su
primer competidor fue eliminado precipitadamente y cuando eso pasa un equipo
decae en lo anímico, así que tuvo mucha comunicación con la siguiente peleadora
para que no decayera hasta conseguir el boleto, ya con los sucesivos
combatientes fue un poco más fácil el que dieran su mejor esfuerzo.
Ya con tres pases a Tokio 2020, la
selección de Marruecos hizo una planificación fuerte, teniendo cuatro
campamentos con equipos nacionales férreos; sin embargo, el SARS-CoV-2 canceló
los planes y obligó a modificar todo. Por ejemplo, los entrenamientos se hacen
todos los días por videollamadas, gracias a los elementos para hacerlo desde el
hogar que dio la federación marroquí. “No es la mejor situación, pero hay que
adaptarnos y respetar lo que todo el mundo hace de quedarse en casa. Como
entrenador estoy feliz que movieron los Juegos Olímpicos porque vamos a tener
más preparación; los demás (competidores) van a ser más viejos y los míos van a
tener 20 años, los tres, entonces físicamente no van a perder tanto”, comentó
el coach Sicot.
Aunado a la ventaja
de la edad, el entrenador de la selección de Marruecos señaló que la labor en
videollamada le ha dado la oportunidad de enfocarse en ciertos puntos que de
manera presencial no se podía, como ver videos, planear tácticas y trabajar los
puntos débiles en una técnica de pateo o por el puño. “Porque hay tantas
competencias al año que no tenemos tiempo de trabajar en una técnica”, añadió.