



Por
Ricardo Hernández Esparza
Cuadrangular
de Héctor Gómez con un hombre en los senderos, dejó tendidos en el terreno a
los Pericos de Puebla para que El Águila de Veracruz ganara el primer juego de
la serie sobre la novena angelopolitana al son de 6 carreras a 5 en duelo disputado
en el Parque Beto Ávila de Boca del Río, Veracruz. El pitcher ganador fue Jesús
Barraza en labor de relevo y Ulises Joaquín cargó con el descalabro.
El
juego.
Después
de que a lo largo de 4 entradas la gente que asistió al parque veracruzano
disfrutara de un atractivo duelo de pitcheo entre Édgar González por parte del
Águila y Braulio Torres por la escuadra poblana, aparentemente un problema
muscular terminó afectando al lanzador de la novena verde que si bien es cierto
sacó la casta para continuar en el partido, evidentemente perdió la
concentración y tras retirar a Amarista
en roletazo a segunda base en el quinto inning, obsequió pasaportes
consecutivos a León y Ortiz propició que saliera del encuentro, relevándolo
Eric Preciado que inició su labor permitiendo imparable productor de Yasiel
Puig que mandó a la registradora a Maxwell León con la de la quiniela.
En
el sexto rollo, ya con Jesús Huerta en la lomita por los angelopolitanos, la
situación se puso más complicada pues el pitcher aceptó doblete de José
Figueroa y tras un wildpitch avanzó a la tercera base con lo que la mesa quedó
puesta para que con elevado de sacrificio al jardín izquierdo, Alan Espinoza
produjera la segunda anotación para la novena local, en tanto, a la ofensiva,
Pericos no atinaba siquiera a conectar de hit.
Parecía
que los veracruzanos caminaban sin problema alguno a la victoria, cuando, en el
séptimo inning, Yasiel Puig y Héctor Gómez conectaron jonrones espalda con
espalda para poner las cosas 4-0, pero entonces sucedió lo inesperado.
Por
El Águila de Veracruz subió a la lomita Ryan Joseph Kussmaul que, de arranque,
aceptó el primer imparable de los poblanos a través de Antonio Lamas y no
obstante dominar con elevado al jardín izquierdo a Daniel Sánchez, se combinó
un grave error de su tercera base Héctor Gómez a la hora de intentar sacar en
primera a Alberto Carreón, para que quedaran hombres en las esquinas, tras lo
cual Drew Stankiewicz la puso fuera del parque por el rumbo de la pradera
derecha para poner las cosas 4-3, aún a favor de los del puerto, y ya encarrerados,
Miguel Guzmán y David Olmedo Barrera también conectaron jonrones para concretar
un despiadado ataque de 5 anotaciones en la octava entrada que puso en ventaja
a los pupilos de Carlos Gastelum 5-4.
Pero
los dirigidos por Leo Rodríguez no se iban a quedar con los brazos cruzados,
por lo que el noveno rollo lo abrieron con imparable de Puig ante los
lanzamientos de Ulises Joaquín que le permitió a su siguiente enemigo, Héctor
Gómez, que se volara la barda por todo el jardín central para producir dos
carreras y con ello sentenciar el encuentro por 6 carreras a 5 ante la
algarabía de los aficionados reunidos en el Beto Ávila de Boca del Río Veracruz
que vieron iniciar el compromiso en punto de las 20:30 horas y finalizarlo
justo a la medianoche.
Para
este miércoles.
Héctor Galván subirá al montículo por los
Pericos de Puebla con el objetivo de empatar la serie, aunque habrá que ver si
se lo permite el lanzador anunciado por El Águila de Veracruz, Irving Delgado.
Por cierto, el choque de este miércoles iniciará a las 7 y media de la noche.

Vara
muy alta.
Cuando
terminó la participación del equipo de futbol Puebla en el Torneo Guardianes
2021, el entonces técnico camotero, el peruano Juan Reynoso, expresó que había
dejado la vara muy alta, haciendo referencia a que había superado las
expectativas con la escuadra angelopolitana, dando a entender que para su
sucesor sería muy complicado superar lo hecho por él.
Curiosamente,
por esas cosas que tiene el futbol, quiso el destino que llegara un joven
desconocido en nuestro país para asumir el mando del Puebla que a esas alturas
ya había prescindido de hombres importantes como Nicolás Vikonis, Brayan
Angulo, Alejandro Chumacero, Osvaldo Martínez, Pablo González, Daniel Arreola,
Néstor Vidrio y Alan Acosta, entre otros, lo que no presagiaba nada bueno para
el Guardianes 2021.
Sin
embargo, Nicolás Larcamón tomó al toro por los cuernos y aceptó el reto, y con
ello se fue conformando un plantel discreto con el arribo de refuerzos como
Clifford Aboagye, Lucas Maia, Juan Pablo Segovia, Guillermo Martínez, Antony
Silva y Diego De Buen, que generaron una expectativa mínima, tal vez, en el
mejor de los casos, con el objetivo de igualar el número de puntos que hizo el
peruano Reynoso, 20 unidades, y ni hablar de liguilla.
Pero
los resultados empezaron a llegar y jornada a jornada el número de personas que
volteaban a ver a este Puebla aumentaba, y con ello la ilusión de los
verdaderos aficionados de la franja en ver a su equipo en la liguilla por
segundo torneo consecutivo.
Y
de pronto la escuadra ya había superado los 20 puntos de Juan “vara alta”
Reynoso, y entonces la posibilidad de superar lo hecho por otros planteles
camoteros en la historia de los torneos cortos en cuestión de puntos empezó a
crecer, hasta que se llegó a la cifra de 28 unidades y con ello hacer de esta franja
la segunda mejor desde que surgieron estos campeonatos, en 1996, año en el que
el Club Puebla sumó 31 puntos.
Y
se calificó a la liguilla de manera directa, evitando la repesca, y con ello se
le propinó a Reynoso su segundo tapón de boca, pero todavía faltaba lo mejor:
llegar a la semifinal, esa que en el Guardianes 2020 no pudo alcanzarse porque
León se cruzó en el camino, y entonces sí el reto quedaba superado.
Lamentablemente,
la franja se quedó en la semifinal, pero a diferencia de otros años en los que
el equipo era despedido con silbidos y gritos de desaprobación, por sus pésimos
torneos, esta vez, y de ello fuimos testigos, la noble afición poblana despidió
a su técnico y a sus jugadores con aplausos y porras.
Ya
como para rematar lo hecho en el torneo, este lunes la directiva renovó por 3
torneos más (año y medio) al hombre que se robó la atención de propios y
extraños: Nicolás Larcamón, el que sí puede afirmar que ha dejado una vara muy
alta, incluso para él mismo.
Por hoy es todo. Le
invito a seguirme en Twitter@DeporPueblaRHE

Gustavo Sánchez Martínez,
medallista paralímpico que ha puesto en alto el nombre de México en distintas
competencias internacionales, forma parte ya de la familia del Club Alpha de
Puebla, institución que le abrió las puertas para ser su casa y sede de
entrenamientos de cara a los próximos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, donde
busca regresar al podio de ganadores.
En una plática a través de
redes sociales y que fue prácticamente la presentación con los colores del Club
Alpha, el destacado nadador habló de su historia de vida, trayectoria y por
supuesto, de los sueños de volver a colgarse una medalla en los Juegos que
están a menos de 100 días de su celebración.
En esta charla que se
transformó en una serie de consejos a varios de los deportistas del Club que se
preparan para torneos nacionales, Gustavo Sánchez recordó sus inicios en la
natación; primero dentro del ámbito familiar, después en las competencias
nacionales y luego el salto a la selección nacional a la que pertenece desde
hace más de 10 años.
“Aprendí a nadar como un
pasaporte de vida”, dijo Gustavo Sánchez quien agregó que el deporte se
convirtió en su hábito y le sirvió desde pequeño, a sobresalir, pero especialmente
a superar su discapacidad en medio de muchos prejuicios.
“No es fácil, menos para un
país que no está preparado, pero eso no me ha limitado; si tengo que subir un
escalón y hay un auto, lo tengo que hacer y tengo que enfrentar las cosas,
tomando al todo por los cuernos”, recalcó Gustavo Sánchez quien después de esa
infancia en la alberca, de muchos sacrificios y trazarse objetivos muy claros,
ha tenido la experiencia de participar en Juegos ParaPanamericanos,
Paralímpicos y de convivir con seleccionados consolidados como Juan Ignacio
Reyes y Doramitzi González quienes además de ser sus grandes amigos, son su
ejemplo a seguir.
Entre sus logros está la
destacada participación en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 con dos
medallas de oro, una de plata y una de bronce y un año después los
ParaPanamericanos de Guadalajara 2011 donde ganó dos oros, una plata y dos
bronces.
Esta ocasión, donde las cosas
por el tema de la Pandemia de Covid-19 serán muy distintas a lo que se conocía
dentro una competencia deportiva, Gustavo Sánchez precisó que por el
confinamiento tuvo que adecuarse y adaptarse a los entrenamientos en casa,
viviendo también momentos de incertidumbre por no saber la realización de los
Juegos Paralímpicos.
Pero esa etapa ha quedado
atrás y tras varias semanas de entrenamiento en el Club Alpha, Gustavo Sánchez
se muestra optimista por la cercanía de los Juegos y de la etapa final que le
espera. De entrada, viajará próximamente a un campamento en España; después, a
una competencia en Berlín, donde se medirá con algunos de los exponentes que
también buscan llegar a Tokio y terminará con una competencia más en Hiroshima.
“Estoy ansioso de estar Tokio
y demostrar que hay Gustavo Sánchez para rato”, dijo el medallista paralímpico
que también ve en la nueva cita, la oportunidad de revancha, luego de que en
Río de Janeiro no obtuvo medallas y eso le sirvió experiencia y reflexión.
“Ese fue el mejor aprendizaje
que he tenido en toda mi vida, porque me di cuenta que no supe valorar,
saborear y ni disfrutar esos momentos; me costó mucho trabajo regresar al podio
y aprendí que no solo en el deporte, sino en la vida que no te puedes confiar y
hay alguien atrás que quiere tu lugar”.
Finalmente, Gustavo Sánchez, agradeció el apoyo del
Club Alpha que le abrió sus puertas y permitió retomar sus entrenamientos y
enfocarse una vez más en su sueño: una medalla para México en los Juegos
Paralímpicos.