La selección salvadoreña consiguió solventar su primer examen del Premundial. Anoche, logró reencontrarse con el gol, demostró que sabe lo que quiere y que cuando quiere puede, y se metió al bolsillo el boleto a cuartos de final, a pesar de que aún le queda jugar mañana ante México.
La Azulita derrotó 2-1 a Curazao, que incomodó sobre el cierre del partido, pero que quedó eliminada.
Es que para la Sub 20, era su partido de vida o muerte. Sus primeros compases así demostraron su entrega y exigencia personal, en cada línea. Sin embargo, los salvadoreños se mostraban más conservadores y con un ritmo de juego similar al de Curazao.
No había mucha presión en el medio o en el último pase para encontrar a Rommel Mejía o a José Peña. Los atacantes criollos intentaban robar balones, pero Eisden y Felomina estaban atentos y contrarrestaban su presión.
En el cuerpo a cuerpo, no conseguían superarlos y se quedaban al margen y sin poder pelear balón. Mientras los caribeños intentaban la escapada haciendo lucir mal, por instantes, a René Gómez o Diego Coca en el medio, a quienes les sacó pelotas cómodas Merencia.
En el cuerpo a cuerpo, no conseguían superarlos y se quedaban al margen y sin poder pelear balón. Mientras los caribeños intentaban la escapada haciendo lucir mal, por instantes, a René Gómez o Diego Coca en el medio, a quienes les sacó pelotas cómodas Merencia.
El Salvador no conseguía generar una de peligro, y aunque no del todo con susto los rivales llegaron al 11’ con una prolongación de Martina, desde la derecha, que llegó a manos de Rolando Morales.
Cuatro minutos después, Peña asistía a Mejía, que pasaba la marca y disparaba a marco, a ras de piso, pero la pelota la terminó conservando el guardameta De la Paz.
La intención nacional volvió segundos después, con una llegada de Jairo Henríquez, en combinación con Mejía, pero que fue cubierta a tiempo por Eisden, que se había convertido en un muro para evitar las escapadas nacionales.
Pero a medida que la Sub 20 se encontró cómoda y fue sacándose la presión, generó dos llegadas más con Henríquez y Marvin Baumgartner, que terminaron bien libradas por De la Paz, que después tuvo momentos de fortuna.
Pero a medida que la Sub 20 se encontró cómoda y fue sacándose la presión, generó dos llegadas más con Henríquez y Marvin Baumgartner, que terminaron bien libradas por De la Paz, que después tuvo momentos de fortuna.
Al 21’, una asistencia a Rommel fue bien dirigida por el nacional, casi se sacaba a De la Paz, pero éste terminó rematado balón; luego, trataba de sentenciarla Peña, pero con una media chilena sacó Eisden.
Pero la felicidad cuscatleca estaba cerca. A los 25’, con proyección de jugadores desde atrás, una pelota intentó definirla Mejía, pero ésta cayó hacia atrás, la remató Coca al área y, de espaldas y con el taco, Olivier Ayala terminó de empujar para el 1-0.
El entusiasmo salvadoreño creció y continuaron las apariciones de Jairo en el ataque, quien se tomó confianza y comenzó a patear con mayor precisión.
Pero a pesar de la ventaja, El Salvador no terminar de ser dominador, porque permitía fácil las incorporaciones de Martina y Cicilia.
Sobre el descuento del primer tiempo, Mejía intentó probar a marco con un disparo que se fue pegado al palo izquierdo de De la Paz.
Alcanzó para uno más
Curazao volvió a pararse de la misma forma para el complemento. Mientras los salvadoreños se mantuvieron más conservadores, como para rematar con un par de anotaciones más.
Hubo llegadas de Lemus, Gómez, Mejía, que si no hubiesen sido las atajadas del guardameta caribeño podrían haber terminado en gol.
Por su parte, la zaga salvadoreña se mantuvo segura, sin problemas atrás ya que Curazao bajó su ritmo. Y, al contrario, los nacionales por fin volvieron a romper el arco rival.
Al 64’, tras una asistencia larga, Mejía recibió al borde del área, cabeceó y bajó de pecho, luego dominó y de derecha marcó el 2-0.
Pero la sorpresa caribeña llegaría al 75’, cuando Merencia apareció por derecha con un disparo potente y largo, tras dejarle el espacio abierto el cuadro salvadoreño, que definió cruzado a marco de Morales, para el descuento (2-1).
El Salvador cerró defendiéndose, ante el acoso rival, que consiguió meterle presión y miedo, porque intentó remontar y encontrar la paridad. Y a cuatro del final, salvó Morales, con una mano un pelotazo que casi se metía pegada al poste.
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