Malaria camotera.
Qué distinto se ve el Puebla de la franja cuando sale del estadio Cuauhtémoc. De ser un equipo fuerte que maneja bien los tiempos y que sabe en qué momento ganar el partido, al equipo que vemos en cancha ajena donde se ve hasta cierto punto timorato, desconfiado, ya que tiene que recibir el primer gol para intentar tener una reacción.
Me queda claro que reconstruir un equipo como el Puebla no es tarea fácil, una escuadra que se encontraba abandonada por su afición ante los malos resultados de los últimos años y que además se encontraba llena de vicios al interior, es sin duda un reto a considerar.
Los primeros pasos se han dado, el volverte fuerte en casa es un gran avance y de a poco la afición camotera ha regresado a las gradas, sin embargo, aún queda esa deuda pendiente, la de sumar en patio ajeno, y es ahí donde Enrique Meza y su grupo de trabajo tendrán que poner los cinco sentidos.
Más bien parece un trabajo psicológico el que se debe de realizar, pues los jugadores y el planteamiento la verdad que no varían mucho de lo que se muestra en casa con lo que tratan de hacer en campo ajeno, lo vimos el sábado en León donde la escuadra sin ser apabullada ya perdía dos por cero en los primeros veinte minutos, después vino la reacción con posesión de pelota y dominio territorial pero con muy poca profundidad, lo cual termina por volver improductiva la posesión del balón y se traduce en derrotas como las últimas tres jugando en calidad de visitantes.
Se viene un partido frente al Toluca el próximo miércoles en el Cuauhtémoc donde si la lógica no falla y de acuerdo a lo mostrado en condición de local, la franja deberá obtener los tres puntos para seguir en ascenso en la tabla porcentual y buscar conseguir el objetivo de sumar lo más posible y además meterse a la liguilla del futbol mexicano.
El próximo sábado en el estadio Azul la franja se meterá a enfrentar al equipo de Pedro Caixinha que da tumbos una semana sí y otra también y volveremos a ver si la franja es capaz de ahora sí sumar fuera del estadio dos veces mundialista.
Qué distinto se ve el Puebla de la franja cuando sale del estadio Cuauhtémoc. De ser un equipo fuerte que maneja bien los tiempos y que sabe en qué momento ganar el partido, al equipo que vemos en cancha ajena donde se ve hasta cierto punto timorato, desconfiado, ya que tiene que recibir el primer gol para intentar tener una reacción.
Me queda claro que reconstruir un equipo como el Puebla no es tarea fácil, una escuadra que se encontraba abandonada por su afición ante los malos resultados de los últimos años y que además se encontraba llena de vicios al interior, es sin duda un reto a considerar.
Los primeros pasos se han dado, el volverte fuerte en casa es un gran avance y de a poco la afición camotera ha regresado a las gradas, sin embargo, aún queda esa deuda pendiente, la de sumar en patio ajeno, y es ahí donde Enrique Meza y su grupo de trabajo tendrán que poner los cinco sentidos.
Más bien parece un trabajo psicológico el que se debe de realizar, pues los jugadores y el planteamiento la verdad que no varían mucho de lo que se muestra en casa con lo que tratan de hacer en campo ajeno, lo vimos el sábado en León donde la escuadra sin ser apabullada ya perdía dos por cero en los primeros veinte minutos, después vino la reacción con posesión de pelota y dominio territorial pero con muy poca profundidad, lo cual termina por volver improductiva la posesión del balón y se traduce en derrotas como las últimas tres jugando en calidad de visitantes.
Se viene un partido frente al Toluca el próximo miércoles en el Cuauhtémoc donde si la lógica no falla y de acuerdo a lo mostrado en condición de local, la franja deberá obtener los tres puntos para seguir en ascenso en la tabla porcentual y buscar conseguir el objetivo de sumar lo más posible y además meterse a la liguilla del futbol mexicano.
El próximo sábado en el estadio Azul la franja se meterá a enfrentar al equipo de Pedro Caixinha que da tumbos una semana sí y otra también y volveremos a ver si la franja es capaz de ahora sí sumar fuera del estadio dos veces mundialista.
Lobos BUAP vive.
El equipo de Rafa Puente sacó fuerzas de flaqueza y después de un gran segundo tiempo, fue capaz de darle la vuelta al marcador y derrotar al Atlas de Rubén Omar Romano al son de tres goles por uno para tomar una bocanada de aire en el tema porcentual.
Mucho se dijo sobre la permanencia de Puente en el banquillo universitario y afortunadamente para él y para los licántropos, el resultado se dio para seguir ilusionados con la salvación.
Sin embargo, la exigencia sigue y no se pueden echar las campanas a vuelo pues enfrente se tiene para este martes al campeón del futbol mexicano, los Tigres de la Universidad de Nuevo León quienes se meterán a CU con la intención de sumar los tres puntos.
Si los universitarios son capaces de imponerse al equipo de Ferreti, estaremos hablando de la resurrección de esta escuadra que estaría dando un paso firme rumbo a la salvación.
Quizás lo que los de la BUAP requerían era de un triunfo como el que lograron el pasado sábado, un triunfo que les diera la confianza necesaria para seguir adelante y corregir el rumbo, lo cual es el deseo de toda la institución y de sus aficionados.
Nosotros como siempre veremos y diremos.
Hasta la próxima.
Twitter@pepehanan