martes, 1 de noviembre de 2011

EXPLOSIÓN DEPORTIVA, LA COLUMNA DE PATRICIO AGUILAR DELGADO

Los Juegos Panamericanos cumplieron en términos generales y resultó una muy grata experiencia el ver cómo la Selección Nacional superó el reto establecido de las 24 medallas. Es un logro de los atletas y eso, me parece, por fin, las autoridades lo tienen muy claro.

Quienes se rompen el alma en los escenarios de competencia son precisamente los deportistas que ponen todo de su parte primero por lograr una satisfacción personal y familiar, pero después, casi en el mismo punto, por su país.

México no es la excepción. Si hay algo verdaderamente emotivo y que enchina la piel, es ver triunfar a un compatriota, verlo recibir su medalla y escuchar el Himno Nacional. Es algo indescriptible, para comprenderlo, hay que vivirlo.

Claro que hablamos de quienes logran el metal dorado, pero quien se queda con la plata o el bronce también tiene un merecimiento similar. Aquí compiten por unos colores y el público, generalmente conocedor, les reconoce su esfuerzo y les premia con un gran aplauso.

Y es el mismo que les recrimina cuando se dan cuenta que, teniendo una mayor capacidad, no entregaron todo buscando la gloria.

En este país, en donde hay necesidad de tener ejemplos a seguir, podemos mirar a estos atletas que luchan por lograr su sueño, en una disciplina que siempre –a pesar de los intentos por ensuciarla- saca adelante su lado honesto: la entrega del ser humano por ser mejor.

El país de las mujeres

Vale la pena destacar la actuación por demás sobresaliente que tuvieron las mujeres a la hora de aportar el grueso de las medallas. Es una grata costumbre ya, mirar en el pódium de cualquier evento internacional a las mexicanas dando la cara y respondiendo a grandes niveles de presión y competencia.

Dejar de nombrar a alguna es injusto, pero sin embargo, hay quienes por las mismas bondades de su deporte, pueden colgarse no una sino varias preseas, imponiendo logros en verdad sobresalientes.

Cinthia Valdés, Samantha Therán, Paola Longoria, Marisol Romero, Tatiana Ortíz y obviamente la estrella de la delegación, la campeona mundial Paola Espinosa, quien está en un nivel más allá de lo normal. Es la mejor del Mundo.

Los poblanos

En la última semana de actividad entraron en acción poblanos que tuvieron la oportunidad de enfundarse en la casaca Nacional y luchar por su país.

Quedaron atrás las tremendas actuaciones de Marcos Madrid en la mesa de tenis, y heredó la estafeta a quienes en mente llevaban el sueño de verse triunfadores. La historia fue diferente.

Matilde Alvarez Sierra que participó en los 100m planos, teniendo un resultado muy fuerte y al mismo tiempo enriquecedor. De esos que sacuden y al tiempo enseñan, que calan pero que motivan, que hacen dudar pero más que eso, confirman.

Hoy Matilde tiene claramente en su cabeza lo que desea; ser la mejor y hablarse al tú por tú con quienes en este Panamericano le tocó compartir pista. Tremendas gladiadoras. Ahí sí pesa la edad, la masa muscular y sobre todo, la experiencia.

No pudo probar el sabor del relevo porque nunca llegó a su mano la posta, pero sí probó ya el nivel de la exigencia que se respira.

Vendrá ahora la recuperación física, mejorar su lesión, trabajar mentalmente y entonces algo muy importante que le dará la explosividad y reforzara sus capacidades: el trabajo físico. Su hambre de triunfo está intacto.

Julio César Pérez es ya un corredor hecho y derecho. No es nuevo, no experimenta, no está en proceso de conocer. Tiene ya a cuestas varios torneos internacionales de alta competencia, de exigencia mayor a lo normal y tenía en estos Juegos que tanto buscó, la oportunidad de trascender y callar algunas bocas, en especial la de Juan Luis Barrios que fue el primero en criticar su inclusión al Seleccionado.

No pudo. Fue sacudido por un resultado que no esperaba. Dice se había preparado para otra cosa. Sin embargo en la pista la competencia se le fue de las manos y así también, su sueño de trascender.

De igual manera deberá hacer un gran trabajo mental para recuperarse si es que quiere seguir. Hacer de tripas corazón y refugiarse en lo que cree… en el deporte. Resurgir y volver a soñar… al fin, de eso está hecho el ser humano.

Yadira Lira Navarro es una luchadora de la vida. Con toda la experiencia a cuestas y con todo el respeto de sus compañeros buscó la medalla que se le ha negado… el oro de los Juegos Panamericanos. Lo tuvo, lo acarició, lo sintió. La decisión de los jueces fue unánime: Brasil.

De no haber sido así, se antoja muy difícil que la decisión no se hay cargado hacia México, siendo local y con la presión del público. Así fue en Mayagüez de la misma forma, por decisión. Y nadie me lo cuenta, yo lo vi.

La plata en general sabe bien, más no para ella, que difícilmente estará en Toronto.

El basquetbol tenía guardada una sorpresa en sus filas. Fernanda Gutiérrez Torres Landa. Se colgó la medalla de plata en un deporte por el que nadie apostaba y que antes del inicio, no se pensaba un logro de este tamaño.

Bien por ella y su equipo, esa medalla sí sabe a oro, como tradicionalmente se dice. Un saludo y un abrazo a toda su familia en Tehuacán.

De sueños

Arriesgar todo lo que se tiene para buscar un sueño, no es de todos los días y no todos se atreven a hacerlo. Cuando el sueño vale la pena… el mismo corazón te empuja a hacerlo.

Simplemente porque lo necesitas, porque lo quieres, porque lo deseas, porque el respirar se torna complicado lejos de ese objetivo.

¡Venga pues!... va el resto.

Puebla recibe a Tigres el domingo a las 12.00 horas en el Cuauhtémoc. Escucha la transmisión en vivo, a partir de las 11.00 horas a través de 1010 AM Punto 10 Deportes.