Aztecas de la UDLAP versus Borregos Toluca, el todo por el todo. La gloria deportiva está en juego y este sábado 22 de noviembre los asistentes al Templo del Dolor presenciarán la segunda final consecutiva de la Conferencia Premier de la CONADEIP de los Aztecas.
“Toluca es un equipo que conocemos bien, es la tercera vez en este año que los enfrentaremos, entonces no hay secretos. La única cosa que cambia es que es el último partido del año, tenemos que preparar el partido para eso”, comentó Eric Fisher, head coach del todavía campeón de la CONADEIP.
Frente a frente, Aztecas y Borregos tienen su historial. Hay que recordar que hace dos años los cholultecas cayeron en territorio toluqueño en cuartos de final, y que también la Tribu echó a los mexiquenses en las mismas instancias con marcador de 56 puntos a 21. En estos momentos losAztecas llegan como el mejor equipo de la Conferencia Premier con marca de 7 a 1 y su rival con 6 a 2. Curiosamente uno de esos descalabros fueron en enfrentamientos mutuos, la UDLAP cayó en su casa en su debut en el último momento 34 a 33 y los toluqueños perdieron también en su territorio ante los Aztecas con el marcador más holgado de 35 a 19.
Toluca es nuevo en estas instancias y querrá iniciar su historia de grandeza, pero para ello tendrá que preocuparse por Norman Contla y Diego Ruiz (322 pases completados, 4018 yardas conseguidas y 43 anotaciones) en los controles; marcar bien a Robin González, Humberto Noriega, Eduardo Retana y la fuerza aérea Azteca (4070 yardas ganadas), y parar a Mauricio Valverde y Kevin Correa (1081 yardas por carrera). Y si tienen la intención de anotar se enfrentarán a la gran muralla Verde y su perímetro, quienes han permitido 2896 yardas de avance, 8 balones sueltos y 9 intercepciones con figuras como David Chávez, Sebastian Elizalde y Manuel Márquez.
“Sabemos que vamos a enfrentar a un equipo bastante motivado y llegarán para ganar el partido. Queremos anotar primero y estar arriba por dos o tres touchdowns. Jugar a nuestro ritmo, probablemente lo harán muy lento para intentar comer el reloj y aguantar, pero nosotros queremos jugar mucho más rápido”; así describió el partido el entrenador en jefe Azteca, que sabe bien que no es casualidad, ni tampoco es un volado el jugar una final. El último partido de todo un año de trabajo, de esfuerzo diario, de golpes, lesiones, levantarse temprano; todo para poder alzar la copa tras cuatro horas o menos de batalla, ese título que representa la grandeza que impera en Puebla.