CULTURA DE LA DONACIÓN DE SANGRE
La sangre es el tejido líquido que circula por nuestras venas y arterias, impulsado por la fuerza de contracción del corazón, y que reconocemos por su color rojo cuando llegamos a sufrir una herida y se produce una hemorragia. Su función principal es la de transportar elementos, por medio de los glóbulos rojos se transporta a todo el cuerpo el oxígeno que inspiramos del ambiente, de la misma forma lleva las defensas en forma de glóbulos blancos y anticuerpos a los sitios donde se ha generado una infección u otro tipo de daño, también el plasma de la sangre sirve de vehículo para distribuir tanto los nutrientes que absorbemos de los alimentos por medio del aparato digestivo, como las hormonas que secretan nuestras glándulas.
Lo
anterior sirve para comprender de una manera clara y sencilla la importancia de
la sangre para nosotros. Ahora bien, aunque algunas personas se sienten
motivadas a ceder parte de su sangre a aquellos que la necesitan, esos
donadores altruistas aún son pocos, de manera que actualmente la captación de
sangre se sostiene gracias a la donación de familiares y amigos de los
enfermos.
Los
bancos de sangre son los encargados de administrar este recurso, y para ello
disponen de técnicas capaces de separar la sangre en sus diversos componentes,
como glóbulos rojos, plaquetas, plasma o células madre. Los glóbulos rojos son
indispensables para los pacientes que carecen de ellos por hemorragia, porque
no los producen adecuadamente o porque se destruyen mucho antes de lo normal,
sin la cantidad necesaria de glóbulos rojos, las personas se vuelven anémicas,
y en algunas circunstancias esto les impide realizar sus actividades diarias y
puede agravar su estado de enfermedad. Las plaquetas nos ayudan a detener las
hemorragias, así que son importantes en situaciones donde el riesgo de sangrado
es inminente, como en una cirugía, y en ciertas circunstancias en que las
enfermedades o los tratamientos las han disminuido. El plasma es el vehículo de
factores de la coagulación y de proteínas.
A
pesar de los adelantos en la captación, el procesamiento y la conservación de
la sangre, la donación actual es insuficiente para satisfacer las demandas de
los pacientes en el ámbito mundial y en lo particular en nuestro país. Para
esto, es necesario fomentar en todos los sectores de la sociedad la cultura de
la donación de tejidos y órganos, para conformar un grupo de donadores
altruistas que idealmente llegue al 10% de la población.
Recuerda
que la salud es la riqueza más valiosa del ser humano. Hasta la próxima.