Al
tiempo. Diría mi maestro.
El
tema central de mi Columna de la semana pasada fue precisamente la violencia en
la cual estábamos cayendo y contra la cual no hacíamos absolutamente nada.
En
muchos casos, lo que sucede en el campo permea en la grada. Nadie me quita de
la cabeza que el festejo de Gignac fue factor determinante para que en Veracruz
se desencadenara esa batalla campal en la grada entre jarochos y norteños.
No
digo que fue el único motivo, pero sí fue un detonante pues fue tomado como una
burla hacia la porra de los Tiburones, aunque el francés diga todo lo contrario
y su entrenador quiera justificarlo de todas formas.
Mi
espacio terminó cayendo en el cuestionamiento sobre el desleal codazo que el
defensa de Chivas Jair Pereira propinó a Jonathan Fabbro y que le partió la
nariz en el juego contra Jaguares.
Mi
observación no era tonta, pues esta jornada tres DESLEALES cargaron contra tres
compañeros de profesión y a dos, ya los retiraron del torneo.
Mi
cuestionamiento sobre la jugada de Pereira iba así: LO REPRODUZCO TEXTUALMENTE.
¿Y Pereira?
Chivas se jacta
de ser una institución muy leal y que defiende los buenos principios y
costumbres. Falso. Ejemplos hay varios.
Empezando por su
Directivo Higuera que a la primera oportunidad que tiene provoca a través de Twiter
y luego se espanta cuando le contestan. O aquella campañita que traían sus
jugadores cuando fingían faltas para tener ventaja dentro del área o tiros
libres y en las cuales su máximo exponente era Carlitos Fierro. Lo peor fue que
en su momento, el Director Deportivo Néstor de la Torre lo defendió.
Lo que hizo Jair
Pereira a Jonathan Fabbro es desleal. Es un golpe artero y con ventaja, con
ganas de lastimar y lesionar. Fue un golpe con coraje y fuerza desmedida.
El hecho de que
van disputando los dos la pelota no disculpa y mucho menos justifica la
deslealtad hacia un compañero de profesión por darle un golpe y sacar así la
frustración de un resultado que les sacaron de la bolsa. Sancionado debe ser. Y
de forma ejemplar.
Finalmente,
Pereira fue castigado solo dos partidos.
El
doble discurso Chiva
El
fin de semana el jugador de Toluca Rubens Sambueza propinó una desleal entrada
a Issac Brizuela que le provocó un esquince de tercer grado y una fractura en
la base del peroné y se perderá el resto del torneo. Hoy Chivas pide que Rubens
sea inhabilitado el resto del torneo también.
Me
parece que la petición está en buenos términos y están en todo su derecho de
exigirlo. Pero entonces que NOS explique la doble moral CHIVA, ¿por qué calificaron
de un EXCESO que a Pereira lo sancionaran dos juegos a pesar de que Jaguares
pedía la inhabilitación hasta que Fabbro pudiera jugar?, digo, ¡le rompió la
naríz!
Así,
el doble discurso Chiva de siempre.
Orozco
y Andrade no se quedan atrás
Lo
que hicieron Michael Orozco de Xolos a Hirving Lozano de Pachuca y Andrés
Andrade a Renato Ibarra de América fue terrible.
Lo
peor es que los dos todavía sabiendo lo que habían hecho, se preguntaban el
porqué de la tarjeta amarilla.
Lozano
nada más tuvo que recibir 10 puntos de sutura para poder unirle la piel del
tobillo que Orozco le desprendió con el pisotón de toro que le dio aun sabiendo
que usa tachones de aluminio en sus zapatos.
La
imagen de la herida del Chucky es espeluznante y lo menos que merece Orozco es
una inhabilitación y una multa en económico.
La
barrida de Andrade sobre Renatto es de mal compañero. Es con toda la intención
de lesionar y aunque digan que iban a disputar la pelota, la barrida por atrás
y aplastando el pie es para romper al que sea. Y así fue.
Renato
se va el resto del torneo por la fractura del peroné. Lo menos que merece
Andrade es la inhabilitación y una fuerte multa.
Que
paguen y no jueguen
Mientras
no exista un castigo ejemplar, los jugadores seguirán haciendo uso de esas
marrullerías y deslealtades. ¿Por qué no inhabilitarlos y que además paguen, de
su bolsillo, la intervención quirúrgica y la rehabilitación del jugador al que
lastimaron?.
Ese
sería un buen castigo para que dejen de andar haciendo jugadas cavernícolas que
lesionen a otro jugador de la forma tan grave en la que lo hicieron Jair
Pereira, Rubens Sambueza, Michael Orozco y Andrés Andrade.
La
frase
“Estoy
un poco lastimado pero no estoy muerto. Me recostaré para sangrar un rato.
Luego me levantaré a pelear de nuevo”
Nos
leemos en este espacio la próxima semana, mientras tanto nos vemos de lunes a
viernes en Las Noticias de la Mañana a las 5:50 am por Televisa Puebla /
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