Similitudes
camoteras.
Corría el año 1982. El Puebla estaba en problemas de varios tipos, económicos,
de dueños, posible cambio de sede, etc.
Finalmente, con la intervención del Gobernador
Guillermo Jiménez Morales, se determinó nombrar a un grupo de poblanos como
directivos y la franquicia se quedó en Puebla.
Las expectativas no eran las mejores, la aspiración era salvar el descenso, no
había técnico y se decidió nombrar a un ex jugador, joven aún, como responsable
del banquillo camotero; a regañadientes, este personaje aceptó, se trataba de
Manuel Lapuente quien, a la postre, resultó ser todo un icono en el fútbol
mexicano que hasta escuela dejó.
Al no haber mucho dinero se optó por traer jugadores relativamente veteranos
que ya iban de salida pero que tenían calidad, gente del Atlético Potosino como
Nelson Sanhueza y Raúl Arias; del Cruz Azul como José Luis ‘Chaplin’ Ceballos,
o del América como Toño de la Torre, además de Ítalo Estupiñan (el gato
salvaje) quienes se integraron a los Muricy Ramalho, a los Luis Enrique
Fernández, a los Moi Camacho, a los Silvio Fogel, apuntalados por algunos
jóvenes como Arturo Álvarez, René Paul Moreno, el mismo Arturo ‘Mango’ Orozco y
algunos más.
Cuando se esperaba lo peor, la escuadra empezó q agarrar ritmo, se volvió
incómodo y empezó a sumar puntos, como local se volvió casi invencible y de
visitante sumaba puntos, mismos que ante la incredulidad de muchos, les
permitió terminar el torneo en la tercera posición detrás de escuadras como el
superlíder América que había roto todos los récords ese año.
En la liguilla terminó por despacharse a todos los equipos tapatíos: Tecos, U. de
G. y Chivas, a quienes enfrentó en la final, después de que estos derrotaron al
imbatible América en el Azteca con una fenomenal bronca que terminó por minar
la fuerza de los rojiblancos y le permitió a esa escuadra de Lapuente ganar la
final en una sufrida serie de penales que terminó con el famoso penal del
‘campeón’ Luis Enrique Fernández y que en aquel entonces puso de cabeza a la
Angelópolis.
El Puebla actual es similar, estuvo cerca de irse a Mazatlán y solo porque
irónicamente su porcentaje era peor al de Monarcas Morelia, pudo permanecer en
nuestra ciudad.
La directiva se deshizo ante el bajo presupuesto, de jugadores caros como
Oswaldo Martínez Y Daniel Arreola, entre otros, para dar la oportunidad a
jóvenes y jugadores que ya estaban siendo considerados por sus equipos.
Se trajeron a un técnico novato, barato y desconocido para el fútbol mexicano
que le ha dado estupendos resultados y que incluso ahora se pelean algunos
empleados y cazadores de talento de Azteca, la paternidad de quién trajo a
Nicolás Larcamón al equipo camotero, que como sea, ha sabido ponerle su toque a
la escuadra y ha logrado formar una verdadera familia al interior del vestuario
y ese mérito no se lo quita nadie.
¿Será este Puebla capaz de emular el éxito del equipo campeón del 82? Algunos
dicen que es una locura, yo creo que en este fútbol gana el que llega mejor a
las instancias finales y todo, de verdad aunque usted no lo crea, todo es
posible.
Por tiempo, horario y cierre de edición, me es imposible comentar lo sucedido
en el estadio TSM de Torreón donde la franja se presentaba con la posibilidad
de lograr al menos el empate y quedar en tercer lugar de la tabla con lo que
emularía a este equipo de 82, o perder el encuentro y descender al quinto sitio
para tener que jugar el repechaje.
Haya sucedido lo que haya sucedido, la actuación de este equipo camotero
quedará en la historia y se tendrá la gran posibilidad ya sea por una vía o por
la otra de dar la gran campanada en esta temporada.
Ya tendremos tiempo para platicar, comentar y analizar lo que viene para el
equipo de la franja.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
Twitter@pepehanan