En la batalla que
enfrentó a México con Japón, Esmeralda “La Joya” Moreno arrebató el campeonato
mundial de peso minimosca a la hasta entonces imbatida japonesa, Naomi Togashi,
en una de las peleas principales de la cartelera “Choque de Naciones” que en
sociedad presentaron Canelo Promotions y Boxeo de Gala, con el patrocinio de
Grupo Modelo.
Después de 10 rounds en
los que soportó abrazos, palancas a los brazos, cabezazos y demás, “La Joya”
Moreno se apuntó una indiscutible victoria por decisión unánime, con dígitos de
98-92, 99-94 y 97-93.
Aunque la holgura en
las tarjetas indica, como en realidad sucedió, un aplastante triunfo de la
mexiquense, Esmeralda Moreno batalló contra ese catálogo de rudezas que empleó
la japonesa.
Y si en su actuación
anterior Esmeralda ofreció un recital de mano izquierda, la noche del sábado
fue su puño derecho el que la guió a la victoria.
Fue a partir del
cuarto asalto cuando la mexicana encontró la llave del triunfo. Un par de ópers
de derecha se estrellaron en la humanidad de la oriental suicida y en ese
episodio aún campeona del mundo; la Togashi recurrió al abrazo para no visitar
la lona y sobrevivir a ese round, ante la algarabía de los miles de aficionados
que atestiguaron la entronización de la mexicana.
‘Tocada’ como estaba,
respondió al quinto campanazo, en el que entre amarres y palancas, Moreno logró
conectar una especie de bolo-ponch a la quijada, que dejó sobre piernas flojas
nuevamente a la kamikaze.
En el sexto episodio
fueron verdaderos milagros de equilibrio los que hizo Togashi para llegar a su
esquina, después de recibir certeras combinaciones al final del round. ¡Estaba
fundida!
Para el séptimo, la
pelea ya tomó tintes de golpiza. “La Joya” empezó a manejar su distancia y para
entonces la japonesa parecía no tener fuerzas ya ni para abrazar.
Así transcurrieron los
últimos minutos de combate. “La Joya” era ya dueña del ring, controlando con su
educado jab de mano izquierda y una Togashi ya desfallecida por el esfuerzo.
SIEMPRE RECORDARÉ A
PUEBLA
Ya en vestidores y
luego del festejo sobre el ring y la foto con los promotores Eddy Reynoso y
Fausto García, la ahora nueva campeona mundial minimosca del Consejo Mundial de
Boxeo, reconoció en la japonesa a una “peleadora con un gran corazón”, pero
recalcó que “esta noche fui mejor”.
Confesó que en
adelante recordará a Puebla por haber sido el lugar donde conquistó el trono
mundial y porque “la afición poblana me impulsó a hacer realidad mi sueño”.
“Hoy empieza un nuevo
ciclo en mi carrera. Con el apoyo del mi promotor Fausto García y mi empresa,
Boxeo de Gala, esperó hacer muchas defensas”.
Por su parte, la
destronada Togashi reconoció en la nueva campeona del mundo “a una gran
boxeadora, con mucha técnica” y aceptó la superioridad de la mexicana, a la que
auguró un largo reinado.