martes, 21 de enero de 2014

EXPLOSIÓN DEPORTIVA, LA COLUMNA DE PATO AGUILAR

Sol y pasión … el toro

Patricio Aguilar Delgado

La tarde de este lunes, fue una tarde taurina. El motivo surgió así nomás. Un recuerdo, la música y a charlar… así nomás. Como se da la fiesta, como se da le entrega del hombre y la bestia.

La compañía provocó un mar de emociones y recuerdos. De aquellas tardes en el campo, viendo toro y aprendiendo de quienes saben, de quienes chanelan.

Absorber era la encomienda. Chupar lo sabio de lo vivido y preguntar a quien frente a un toro, alguna vez, fuerza ha pedido.

-       Mi primera tarde

Dicen que el que va a la plaza, seguro vuelve. Es mi historia. Como muchos, como varios, fui por curiosidad. Ah! Gran decisión, volví muchas veces… al desembarque, a la reseña, a ver el encierro, al sorteo y claro, a la corrida.

Embriagado por ese misticismo de gitanería, de un ser errante y de un vivo que se entrega a los brazos de le muerte, fui capturado por el olor, por el temor, por el deseo y la magia de la fiesta de los toros.

Mi amigo Jaime Oaxaca me dio la alternativa. Me presentó a la “novia” que me acompañó por muchos años de la mano. Esa fuerza y esa entrega a todo lo que significa la fiesta brava. La que me provocaba, y cada vez más profunda la estocada.

Lo mismo en una pequeña reunión hasta el amanecer, que en una ronda de poesía o una tarde de copas… lo mismo escuchando a una orquesta, que a una banda; oyendo a los taurinos murmurar como un fuerte grillo… o tal vez, una larga y buena lección de historia en la voz de Capetillo.

En mi debut, fui a ver a Cristina Sánchez, torera guapa, torera cara. Silbada y aplaudida, la española logró cautivar el más ferviente deseo y gusto por la cercanía con la muerte y con el triunfo. Con el drama y la algarabía.

De ahí… se vinieron muchas tardes de gozo. De compañía. De sol.

-       Hoy figuras

Como esto se trata de suerte. Yo la tuve muy de cerca. Se me mostró en el callejón y no había que dejarle pasar. Me le plante de frente y con valientes quites y dramáticos pases, encaré al demonio de la crítica como el mismo torero a su cómplice en el ruedo.

Lo mismo El Juli de novillero -chamaco ilusionado y explotado con calidad de maestro- que el Zotoluco ya en torero… Capetillo en una charla, que Silveti ya en el ruedo… El Pana y su poesía, que Ponce y su maestría.

Todos ellos de cerca, todos ellos en diferentes etapas, en las que solo la suerte te puede poner.

-       El drama

Presente en el puntazo que el Juli trae en el rostro, en la cornada a Kreimerman que provocó el llanto amargo de Fernando Ochoa, la cornada a Gilio que se detuvo el mismo con el dedo en el tejido y la dramática historia de Rubén Arroyo y la vaquilla que le sacó un ojo.

La alternativa de Gerónimo con Ponce y Ochoa en el cartel. Así como mi foto con Joselito Huerta y la firma que por ahí conservo de Manolo Martínez.

Y en el tendido… las Manolas bellas con clavel en el sombrero, pendientes aún… como en aquellas tardes cuando el paseíllo, al sonido del clarín… cobraban luz y vida… en el sagrado ruedo.

Olé.


Nos leemos la próxima semana, mientras tanto…  nos vemos  de lunes a viernes a las 5:55 horas por Televisa Puebla en TV3 noticias Matutino y nos escuchamos a las 8.30 en Explosión Deportiva por la Ke Buena 1010 AM.