martes, 14 de marzo de 2017

ES... MI OPINIÓN, LA COLUMNA DE PATRICIO AGUILAR DELGADO

Aníbal Ruiz fue un entrenador que hizo carrera en México. Yo lo conocía dirigiendo al Necaxa en la campaña 90 y tenía a un equipo poco brillante pero eso sí muy disciplinado. Pasó el tiempo y me lo volví a topar ya trabajando como reportero en la temporada del Invierno 96.
                                                   
Ese fue el primer torneo corto de la historia de nuestra Liga y logró tener a un Puebla exitoso, un equipo vistoso y que además llegó a semifinales.

Ese equipo era de lucha, de entrega pero también de talento. Contaba con jugadores vitales en cada posición, a Rabajda en la meta, a Soto y Almaguer en la defensa, Plascencia en la recuperación, Marquinho en la creatividad y al campeón de goleo Carlos Muñoz.

Ese equipo logró un gran triunfo en Toluca para lograr el pase a las semifinales donde se topó curiosamente con el Necaxa, esos Rayos de Manuel Lapuente que jugaban por nota y venían de lograr dos campeonatos.

Esa semifinal tuvo un regreso doloroso en la cancha del Cuauhtémoc, cuando por la banda, el Ratón Sergio Zärate hizo pedazos al Chino Hernández y lograron por ahí superar a la bien plantada defensiva camotera complementada por Uwe Wolf, Almaguer, Soto y Gilberto Jiménez.

Esa campaña por cierto le permitió a Gil Jiménez salir al Atlante y además, llegar a Selección Nacional para jugar una Copa América.

El chiste es que era un tipo talentos y que siempre llevó una relación cordial con los periodistas a quienes incluso invitaba al vestidor y les platicaba cómo eran sus formaciones y su estilo de juego con la idea de que hubiera una comunión con el análisis los días de juego.

Dramático

Es dramática la imagen que se alcanza a ver en el Facebook Live que hizo el Puebla el pasado viernes saliendo del vestidor en Veracruz, pues precisamente al momento de subir las escaleras se aprecia en el video cómo El Maño se desploma y a gritos se pide el apoyo del doctor. Lamentablemente nada se pudo hacer y el resto fue solo formalidad médica.

No podía terminar pero un día en el cual pasamos por la huelga arbitra, la suspensión de la Jornada 10 y la tibia sanción de la Disciplinaria para Pablo Aguilar y Enrique Triberio.

Mi anécdota

Más allá de lo futbolístico, tengo un recuerdo divertido con Don Aníbal. El 19 de julio de 2004 coincidimos en el Hotel Sheraton de Lima, en Perú.

Yo estaba cubriendo la Copa América y el, era el Director Técnico de Paraguay. Un día entes en Piura Brasil había eliminado a México con un rotundo 4-0 y a la par, Uruguay hizo lo propio con Paraguay al son de 3-1.

Esa noche, se valía relajarnos un poco, pues el había terminado su labor en esa competencia y su servidor volaba al otro día de regreso a México tras cubrir al Tri de Lavolpe.

El casino del hotel estaba lleno de estrellas de Futbol. Lo mismo se daban una vuelta por ahí Menotti que Parreira al tiempo que convivían con Directivos y periodistas de distintos países.

El caso es que yo jugaba en las máquinas traga monedas tratando de no arriesgar mis millones (jaja) mientras que el Maño estaba en una tremenda mesa de juego, relajándose un poco.

Mi acompañante de nombre Ricardo volteó y me dijo: mira, vamos a ver qué tal juega y hasta le entramos. ¡Vamos!, dije.

Llegamos a la ruleta en la que estaban sentados nada menos que Carlos Salvador Bilardo, Don Julio Grondona y el Maño Ruiz, además de otros muchachones. Nos acercamos con la idea de jugar y ganarnos en un golpe de suerte lo que nunca.

Sacamos cada uno de nuestra bolsa unos billetitos verdes que juntos sumaban la grandiosa cantidad de 50 morlacos jaja, 50 dolarucos que pusimos en su equivalente en fichas en el color negro. Digo, al menos teníamos el 50 por ciento de posibilidades de ganar.

Ellos pusieron sus apuestas bastante más elevadas que la nuestra (jajajaja cualquiera, no?)… y el chiste es recuerdo perfectamente que la del Maño fue al 25 rojo, seguro y concentrado se decidió por ello.

¡Y vino la vuelta!... una, dos, tres y ¡sueltan la pelotita!... tic tac tic tac… brinco a brinco… fue dando la vuelta y brincando hasta que cayoooooooooooo (nosotros rezábamos para que fuera en color negro)…. Eeeeeen ¡25 rojo!... cayó en el 25 rojo… el Maño había ganado jajaja y yooo perdí mis suculentos 50 dólares.

Ignoro cuánto ganó el Maño esa noche pero lo que sí sé es que yo preferí regresarme a las tragamonedas en donde al menos, de vez en cuando, me ganaba unas cuantas. Y dejar de perder mis dineros en menos de lo que canta un gallo.

Descanse en Paz, Don Aníbal


La frase

“Cuando la luz regresa, el camino se ilumina de una forma tal, que pareciera nunca se había ido”


Nos leemos en este espacio la próxima semana, mientras tanto nos vemos de lunes a viernes en Las Noticias de la Mañana a las 5:50 am por Televisa Puebla / Sígueme en twitter y facebook como @patoaguilar73 y opina.