viernes, 8 de junio de 2012

"EL YUYO" HERNÁNDEZ ES CAMPEÓN INTERCONTINENTAL


Atlixco, Puebla.- El boxeador poblano Flavio Hernández Melgarejo se proclamó campeón Intercontinental UIBC (Unión Internacional de Boxeo de Campeonatos) de la división Súper Gallo, el cual estaba vacante, luego de derrotar por nocaut técnico después de seis rounds al veracruzano Javier “El Potro” Márquez Clemente, quien se negó a reanudar la contienda en el séptimo episodio. Esta es la tercera corona que se adjudica el “Yuyo”. 
Desde el arranque de la contienda, que se celebró en el centro de espectáculos New York Light, la acción fue dominada por el poblano, quien se desplazó mejor, soltó los guantes y aunque sus golpes no mellaron a su oponente, sí le permitieron contabilizar puntos a favor.
En el tercer asalto, el originario de Teziutlán, pero avecindado e hijo adoptivo de la ciudad de Atlixco, se vio más asentado y desenvuelto sobre el cuadrilátero, lo que le permitió soltar con más contundencia y precisión su metralla.
Incluso con un gancho al hígado hizo caer al veracruzano, quien tras unos cuantos segundos de conteo se levantó de la lona para reanudar entonces un intercambio de golpes, el cual cesó cuando sonó la campana.
En el cuarto round, una vez más, el púgil local hizo caer sobre el entarimado a su oponente, quien otra vez esperó la cuenta máxima para encararlo. Producto de los golpes, que con ambos puños soltó el “Yuyo” Hernández, le produjo un corte en la parte inferior de los labios.
Producto de la refriega y el ritmo que le impusieron al combate en los asaltos previos, en el quinto poco hubo que contar, ya que uno y otro se tomaron un receso para renovar bríos.
En el sexto asalto, Flavio Hernández conectó otra tanda de golpes empleando una y otra mano, que dañaron más al “Potro”, por lo que fue necesaria la revisión del tercero sobre las cuerdas. Pese a ello se dio la anuencia para seguir la pelea, pero el jarocho desistió.
Al término, Flavio Hernández comentó que a pesar del triunfo no estaba satisfecho al cien por ciento, ya que su objetivo era tumbarlo para no dejar dudas de su victoria.
“Estoy contento, pero no satisfecho. Este triunfo se lo dedicó a mi hija Valeria, a mis padres y a mi afición. Ahora hay que descansar unos días, pues en puerta hay un compromiso en Acapulco y después planear la posibilidad de disputar un título mundial”, concluyó.