Son
pocos los que han tenido la oportunidad de debutar con la franja, pero no sólo es
llegar a pisar el campo del estadio Cuauhtémoc, sino mantenerse.
El
partido ante Altamira, significó el debut de jóvenes camoteros con un gran futuro,
ellos son: Miguel Alvarado Caloca, Edgar Muñoz Rangel, Mario Quezada Gutiérrez.
Miguel
Alvarado, se trasladó desde el Distrito Federal a Puebla en la búsqueda de un
sueño, debutar en primera división.
Por
eso, al momento de pisar el campo los sentimientos rebasaron al juvenil, al hacerse
un nudo en su garganta.
"Hay
cierto nerviosismo, es una alegría que la tienes que controlar para hacer un buen
partido, pero no te quita que cuando vas a entrar te den una ganas de
llorar".
El
apoyo de los padres de familia es fundamental, por ello y para ellos es la dedicatoria
de este momento, así lo afirmó Alvarado Caloca.
"Es
el sueño de cualquier joven, por el cual peleas desde chiquito, del esfuerzo de
tus papás, de toda la gente que te apoya".
El
regalo más especial a sus papás, por el apoyo y dedicación a los sueños de un joven
que ha hecho sacrificios.
"Mis
papás felices; mi mamá y mi hermana estuvieron en el estadio, pero al terminar
le marque a mi papá que no pudo estar y me felicitó, estoy feliz".
Las
metas están marcadas para Miguel Alvarado, ahora buscará el debut en Liga.
"Sólo
se dio un pasito, por eso tenemos que caminar más y más fuerte, porque ahora
quiero el debut en Liga".
Los
otros dos debuts, tienen particulares similitudes. Llegaron a la pretemporada en
Acapulco después de ser observados por Raúl Arias. Ambos tienen a sus familias
lejos y viven juntos para sufragar sus gastos, pero tienen hambre de triunfo y
a pesar de estar lejos de sus tierras (Durango y Coahuila) disfrutan esta ciudad.
Edgar
Muñoz, es conocido como "Rocky" por su similitud con el personaje de Sylvester
Stallone y su fiereza al momento de marcar a sus rivales.
Su
sensación al momento de debut fue de orgullo y ansiedad absoluta.
"Se
siente una adrenalina en el pecho, una emoción tremenda; quieres saltar a la cancha
y mostrarse, entusiasmo absoluto".
No
es fácil evitar los nervios, a pesar de ser un juego de Copa. La afición en un momento
fue exigente con el equipo, a pesar de ello saben que deben evitar sentír miedo
escénico.
"Se
siente bonito jugar con afición, es muy diferente porque ellos pagan un boleto y
pueden gritar lo que quieran y eso te da más responsabilidad, pero uno tiene
que estar tranquilo y concentrado en el partido".
Mario
Quezada, desde siempre soñó con ser futbolista y ahora sigue pensando que es el
mejor trabajo del mundo.
"Es
una felicidad muy grande, te preparas toda la semana para este tipo de
circunstancias,
para disfrutar el momento".
Su
manera de gambetear y hacerse espacios entre líneas marca el juego de
Quezada.
"Entrar
concentrado, bueno, lo más que se podía porque eran muchos nervios, era una
oportunidad grande que nos daba el entrenador, no le podíamos fallar".
El
mensaje de los tres debutantes es unánime, trabajar duro, sacrificar todo y aprender
de todos para poder lograr el debut en el primer equipo.
"Es
trabajar duro en el día a día, es lo primordial y no dejar de creer en los
objetivos.
Hay que meterse en la cabeza que es muy difícil pero con empeño y ganas lo van
a lograr" finalizaron.