Dolor y risa
Patricio Aguilar
Delgado
Decir que no
duele sería una vil mentira. Pero la verdad no tanto como si hubiese sido ante
Cruz Azul, Chivas o Pumas, los rivales odiados de las Águilas y quienes
curiosamente, fueron los más animosos porristas del León en esta final.
Se vale. Porque
cuando es al revés (cosa mucho más frecuente) la metralla es igual o peor de
intensa.
Así que lo que
corresponde a los americanistas de cepa es, aguantar vara. No hay de otra.
Lo relevante y
chistoso es que ni en León han escrito tanta barrabasada en las famosas “redes
sociales” como los aficionados anteriormente señalados y, me atrevo a pensar
que disfrutan mucho más una derrota Águila, que un triunfo de su equipo. Suele
pasar. Hay de grandes a grandes y ahí sí ni cómo negarlo. El Águila es el más.
Quedó de manifiesto.
Su “emoción”, me
da risa.
El punto clave
Sin duda la falta
de contundencia fue la clave para el resultado dominguero, unos verdes que no
tuvieron piedad a la hora de mandar la pelota adentro de la portería… y unos
amarillos que dejaron su capacidad goleadora, en el vestuario, desde la jornada
trece.
América perdió
porque nunca pudo pararse de una forma sólida en el campo, de una forma que
impusiera respeto. Llegó sí, muchas veces, pero siempre por delante con la
incapacidad y el miedo a equivocarse, a tal grado, que sucedió.
Tácticamente la
responsabilidad es del técnico y él sabrá por qué y cómo lo hace, sobre todo si
en el vestidor los que ingresaron tenían una instrucción.
Más allá del
ingreso de Mina en el de vuelta (cosa que todos los americanistas pidieron
luego del partido de ida) el movimiento clave fue la salida de Oswaldo
Martínez.
El medio campo
dejó de tener peso sin él y el “Quick” nunca pudo hacer esa doble labor, la
misma que al suramericano le sale muy bien.
Finalmente
señalo. El arbitraje no fue factor determinante. Sí los errores defensivos y
las fallas frente a la portería. Por ahí habría que empezar.
De entrada
América ya anunció la salida de Mina y el Hobbit, uno de ellos -el moreno- tiene la playera de La Franja enfrente,
depende del movimiento de Cosme el cual está tambaleándose.
La vacación
Agradezco
profundamente su atención a este espacio durante todo este 2013, prometo que el
año que entra será mucho más vertiginoso. Éste, su servilleta, se toma unas
vacaciones hasta el segundo martes de enero… son necesarias. El cuerpo las pide
a gritos.
Nos vemos
entonces. Felices fiestas. Abracen a sus familias y a sus amigos, nada como
revitalizar el corazón.