Francisco Krauss González, campeón con el equipo Azteca UDLAP en 2010, levantó la copa como monarca del Primer Mundial Universitario de Fútbol Americano celebrado en Uppsala, Suecia, derrotando14 puntos a la escuadra nacional de Japón.
El primer rival en puerta fueron los anfitriones, Suecia contaba con jugadores corpulentos y de gran tamaño, sus linieros ofensivos tenían un promedio de 1.95 metros de altura, sin embargo la calidad y talento del cuadro tricolor fue mejor para terminar aplastando a los suecos 62 puntos a 0. Días después Finlandia, con un equipo con las mismas características, fue maniatado por el excelente trabajo de la defensiva mexicana para así nuevamente colgar el cero en el marcador, terminando 53-0. “Estábamos un poco escépticos sobre la competencia, el nivel de juego de los suecos y los finlandeses. Contra China sabíamos que sería el partido más sencillo, porque era la primera vez que jugaban este deporte a nivel internacional. Realmente no fuimos tan duros con ellos, les permitimos hacer varios primero y diez e inclusive interceptarnos. Al final del partido salimos muy amigos de los chinos, con todo y el 55 a 0, salieron felices”, señaló el egresado de la Maestría en Mercadotecnia y Negocios Internacionales de la UDLAP.
Uppsala es una ciudad universitaria donde no se utilizan los automóviles sino las bicicletas, situada a 78 kilómetros al noroeste de la capital sueca es la sede de la universidad más antigua de Escandinavia fundada en 1477, la cual recibió al conjunto nacional mexicano que participaría en el Primer Mundial Universitario de Fútbol Americano. “Para mi ver un país que es lo que sigue del primer mundo, cómo vive la gente, la perfección de las calles, la estructura de la ciudad, fue lo primero que notamos, ahí todo es perfecto”, expresó el ex Azteca Francisco Krauss.
Visualizando la medalla de oro, los nacionales entraron al emparrillado para afrontar a su último rival, Japón. En la primera parte de esa final los mexicanos sacaron una buena posición antes de irse al descanso gracias a un acarreo, lo que derivó en que los nipones salieran a dar todo para la segunda mitad, así consiguieron eslabonar jugadas para llegar a la zona prometida. Sin embargo, los japoneses cambiaron a su centrador, error que les costó caro al fallar la patada de punto extra que significaría igualar el tanteador. A dos minutos de ver concluido el partido, con México en la yarda tres nuevamente por vía terrestre, elevaba su ventaja y dejaba a los asiáticos con algunos segundos para buscar emparejar los cartones. Hazaña que nunca llego gracias a la defensiva mexicana encabezada por Francisco Krauss.
Todo el esfuerzo y dedicación resultó en una medalla de oro tras dejar tendido a Japón por 14 puntos a 6. El elegido para levantar el trofeo fue el mismo exa UDLAP, un galardón que acreditaba a México como Campeón del mundo de futbol americano universitario. “La última jugada que fue el pase incompleto, voltee al marcador, vi los cuatro ceros, luego a mis compañeros gritando y a las gradas con 50 mexicanos cantando Cielito Lindo, es un sentimiento indescriptible e increíble”, expresó Francisco Krauss.