La
tarde del jueves el “César del Boxeo”, el campeón mexicano Julio César Chávez,
ofreció una conferencia motivacional llamada “El sueño de un campeón”, en el
Auditorio Metropolitano de esta ciudad de Puebla.
Ante una gran asistencia de aficionados al deporte de los puños y en evento encabezado por el Gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, así como la Secretaria de Turismo Fabiana Briseño, “JC” recibió una fuerte ovación en cuanto apareció en el escenario, dando paso a su plática, que tuvo como punto de partida su agradecimiento por volver a la ciudad donde peleó en 1993 ante Andy Holligan en el Estadio Cuauhtémoc.
Por supuesto, recordó sus orígenes en el boxeo, haciendo referencia a su entorno familiar, en el que sus padres los sacaron adelante, en el caso de su mamá, lavando ajeno, mientras su papá era ferrocarrilero.
Desde esa época, le apasionaba el boxeo, por lo que empezó a prepararse con el objetivo de triunfar pues desde muy joven le prometió a su madre obsequiarle una casa en recompensa a los sacrificios que ella y su progenitor sufrieron para sacar adelante a toda la familia, cuestión que logró con el paso de los años.
Pero de la mano con las conquistas que iba acumulando a lo largo de su trayectoria, llegaron las tentaciones y caminos equivocados, entre ellos las drogas, que, afortunadamente, apuntó orgulloso, “al día de hoy tengo 10 años sin consumirlas, sí, ha sido difícil y he estado a punto de recaer, pero día a día hago el compromiso de evitarlas”.
En se sentido, recomendó a los padres de familia ahí presentes: “no sólo los deportistas podemos caer en las drogas y el alcohol, si tu hijo empieza a llegar tarde y a comportarse diferente, hay que atenderlos y prevenir ese tipo de situaciones”.
La charla continuó entre anécdotas y aspectos motivacionales hasta que llegó la hora de despedirse, arrancando los aplausos del respetable y la correspondiente ovación cuando el campeón expresó: “Sus aplausos y su cariño me los llevo hasta la muerte”.
Ante una gran asistencia de aficionados al deporte de los puños y en evento encabezado por el Gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, así como la Secretaria de Turismo Fabiana Briseño, “JC” recibió una fuerte ovación en cuanto apareció en el escenario, dando paso a su plática, que tuvo como punto de partida su agradecimiento por volver a la ciudad donde peleó en 1993 ante Andy Holligan en el Estadio Cuauhtémoc.
Por supuesto, recordó sus orígenes en el boxeo, haciendo referencia a su entorno familiar, en el que sus padres los sacaron adelante, en el caso de su mamá, lavando ajeno, mientras su papá era ferrocarrilero.
Desde esa época, le apasionaba el boxeo, por lo que empezó a prepararse con el objetivo de triunfar pues desde muy joven le prometió a su madre obsequiarle una casa en recompensa a los sacrificios que ella y su progenitor sufrieron para sacar adelante a toda la familia, cuestión que logró con el paso de los años.
Pero de la mano con las conquistas que iba acumulando a lo largo de su trayectoria, llegaron las tentaciones y caminos equivocados, entre ellos las drogas, que, afortunadamente, apuntó orgulloso, “al día de hoy tengo 10 años sin consumirlas, sí, ha sido difícil y he estado a punto de recaer, pero día a día hago el compromiso de evitarlas”.
En se sentido, recomendó a los padres de familia ahí presentes: “no sólo los deportistas podemos caer en las drogas y el alcohol, si tu hijo empieza a llegar tarde y a comportarse diferente, hay que atenderlos y prevenir ese tipo de situaciones”.
La charla continuó entre anécdotas y aspectos motivacionales hasta que llegó la hora de despedirse, arrancando los aplausos del respetable y la correspondiente ovación cuando el campeón expresó: “Sus aplausos y su cariño me los llevo hasta la muerte”.