viernes, 14 de octubre de 2011

EN LA LUCHA ESTELAR DE LA WWE DISPUTADA EN PUEBLA, JOHN CENA CONFIRMÓ SU CONDICIÓN DE ÍDOLO

Por Ricardo Hernández Esparza

Un soberbio Alberto del Río cambió los aplausos iniciales por abucheos generales en la lucha estelar de la función que la WWE a través de su empresa RAW ofreció en el Parque Hermanos Serdán de Puebla y en la que John Cena dejó claro que sus bonos con la afición angelopolitana siguen vigentes.
La noche de este viernes, la gente se dejó ir al parque para ver por primera vez en Puebla con la organización norteamericana de lucha libre al sanluisino Alberto del Río, que estelarizó la función enfrentando al de Missouri, John Cena.
Los gritos de “Del Río”, “Del Río” explotaron al unísono en cuanto el mexicano apareció en el acceso principal al cuadrilátero, anunciado en el sonido local por su presentador y asistente Ricardo.
El campeón se dejó querer unos cuantos minutos, “echándose a algunos a la bolsa” cuando aseguró que la WWE no tenía contemplado incluir en su gira por la República Mexicana a la ciudad de Puebla, situación que protestó y amenazó con no venir a su país si no se consideraba a la Angelópolis, lo que provocó porras y aplausos del respetable.
Pero de pronto todo cambió al anunciarse la presencia del consentido del público poblano, John Cena, ante lo cual Del Río se dirigió de manera soez al público argumentando que eran traidores y malinchistas al apoyar a un extranjero. Y no paró ahí, porque en su ánimo de hacer reaccionar a la gente, tuvo la lamentable ocurrencia de declarar que “en lugar de poblanos parecen tlaxcaltecas”, lo que marcó la insalvable barrera entre la gente y el luchador.
Y mire usted que en el combate frente a Cena, el sanluisino coqueteó seriamente con la victoria, al propinar una severa paliza al adversario; varias ocasiones lo mandó a la lona y cuando lo sacó del cuadrilátero, el réferi llegó a la cuenta de 8 antes de que Cena regresara maltrecho pero con deseos de reaccionar.
Realmente no se veía quién podría inclinar la balanza a su favor, hasta que al ayudante de Del Río se le ocurrió agredir con una silla a Cena, lo que provocó la descalificación inmediata del mexicano, ganando el cinturón de la WWE el de Missouri, Luis Cena, ante la locura del respetable.