El nombre de Shirley Ann Muñoz Flores, boxeadora del Programa Juventud 500 de los Clubs Alpha, es sinónimo de carácter y determinación, además de un gran ejemplo de fortaleza.
En el cuadrilátero de la Olimpiada Nacional 2013 en Rosarito, Baja California, la peleadora perteneciente al Programa Juventud 500 de los Clubs Alpha, demostró esa entrega para labrar una de las historias más conmovedoras de la edición 203 de la Olimpiada Nacional.
Y es que de estar a un paso de no realizar el viaje a Tijuana por una operación de último momento, Shirley Ann terminó por ser la monarca de los pesos ligeros en la rama femenil, con base a la contundencia en sus puños, el coraje por salir adelante, pero sobre todo por el amor que le ha tomado a este deporte.
“Esta medalla me deja muchas satisfacciones. Me hicieron un comentario y creo que tienen razón: me dijeron que posiblemente muchos podrían traer medalla, pero para mi tiene un significado especial porque me costó mucho trabajo, sacrificio y cada vez que la vea, recordaré todo lo que hice para estar ahí”, comentó Shirley Ann Muñoz, quien a unos días de la conquista de la medalla enumera los momentos más emotivos.
El principal, por supuesto, es que con relativamente poco tiempo en la práctica del boxeo, es ya campeona nacional, gracias a la preparación de su entrenador en los Clubs Alpha, Antonio Rico; después la forma en que se dieron las cosas para estar en la Olimpiada Nacional, ya que a pocos días de partir, tuvo que ser operada de emergencia de un quiste que le brotó en la región abdominal.
Esta situación ponía en duda su viaje a Baja California y el lugar en la selección, por lo que desafiando los pronósticos y toda recomendación médica fue a esa cita, donde tuvo combates difíciles en los que tenía que protegerse de más para evitar que los golpes mermaran su desempeño.
Pero poco a poco fue avanzando en la eliminatoria, hasta que llegó a la gran final donde superó de manera clara a la representante de Jalisco, lo que le representó ganar la medalla de oro, aunque pocos sabían todo lo que había pasado.
Ahora, con más calma admitió que en muchos de esos momentos donde resentía los golpes, estuvo a punto de tirar la toalla porque físicamente ya no le daba para más, pero un impulso importante para cambiar el rumbo de la historia fue la presencia a un lado del ring, de su hermana menor Ashley quien también acudió a la Olimpiada Nacional con el equipo de futbol femenil de Puebla, y entre una agenda muy complicada se dio tiempo para apoyarla.
“En plena competencia llegue con mi entrenador y le comenté que iba a renunciar al boxeo porque tanta preparación se iba a ir de un momento a otro por la operación; pero me hizo ver que no perdiera la esperanza.
“Allá en la semifinal (vs Sonora) en el tercer round para salir al cuarto me cansé porque ya no tenía aire; me dijo que iba a parar la pelea, después me comentó que mi hermana estaba presente, por lo que al voltear a verla me dije: qué eran dos minutos más de cansancio y terminé ganando”, recuerda Shirley, quien después de ese instante dio el brinco para la medalla de oro y valoró el momento que vivió.
“Pensé que si Dios me dio la oportunidad de estar ahí después de pasar muchas cosas como la escuela, la operación y tantas trabas, ni modo que dejara ir la medalla tan fácil. Era mi sueño e hice todo lo posible para lograrlo aunque físicamente no me dé”.
También sobresale que la trayectoria de Shirley Ann Muñoz, aunque relativamente es corta en el boxeo, está llena de éxitos, ya que además de ser practicante de otras disciplinas, hace menos de un años decidió ponerse los guantes para tener ya en su palmarés el título del Torneo de los Barrios, la medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Primera Fuerza y ahora el cetro en la Olimpiada Nacional y eso lo resume de la siguiente manera:
“Creo que me enamoré de este deporte porque entré jugando prácticamente y ahora ha dado fruto la disciplina, la confianza que me he dado y el hecho de creer en mi misma. Empecé a creerme que era una campeona y ahí están los resultados”.
Por último Shirley Ann Muñoz, orgullosa de pertenecer a una generación exitosa en el pugilismo poblano que logró cuatro medallas de oro y representar a los Clubs Alpha, dedicó esta medalla a su familia, a sus entrenadores, pero sobre todo a toda la gente que ha confiado en ella.
Cabe destacar que después de casi cuatro años, este deporte le brinda a los Clubs Alpha, la satisfacción de tener a un campeón entre sus filas, en esta caso Shirley quien pertenece al programa Juventud 500 de los Clubs Alpha que sigue en el proceso de detectar talentos de la talla de la ahora monarca nacional.
FICHA:
Nombre: Shirley Ann Muñoz Flores
Integrante del Programa Juventud 500 de los Clubs Alpha
Perfil: Derecho
División: 60 kilos (ligero) femenil
Categoría: Juvenil Mayor Sub 22
Palmarés: primer lugar Torneo de los Barrios 2012, Medalla de bronce en Campeonato Nacional de Primera Fuerza; Medalla de oro en la Olimpiada Nacional 2012.
