martes, 30 de julio de 2013

LUIS MAURICIO SUÁREZ, EN LOS UMBRALES DEL TÍTULO



México, D.F. (lmb.com.mx/Gabriel Medina) 30 de julio.- Luego de 16 temporadas consistentes como profesional en la Liga Mexicana de Beisbol, el 2013 es el año de sus sueños, el año en el que está a cinco juegos de ceñirse la corona de bateo del circuito que lo vio debutar en 1998.
Una preparación distinta en la pretemporada, ajustes en la mecánica del swing, trabajo sin tregua y un toque de suerte y azar tienen a Luis Mauricio Suárez, jardinero de los Pericos de Puebla, en los umbrales de ser el quinto campeón de bateo mexicano en los últimos 17 años en la LMB.
“Físicamente estoy muy cansado, ha sido una temporada muy larga, con muchos turnos, pero con una gran motivación que es el campeonato de bateo y estar en el playoff”, asegura Suárez, quien desde el 24 de abril le imprime un ritmo incesante y a la vez extenuante a su bitácora personal, pues desde ese día, a la fecha, promedia arriba de las .400 milésimas.
Suárez cosecha los ajustes que hizo para este año: dejó las pesas y apostó por calzarse los guantes de boxeo para adquirir velocidad, destreza y condición física; empezó a batear a la banda contraria, integró un paso más largo con el pie derecho al atacar los lanzamientos para dejarse llegar más la pelota y empujarla hacia el jardín izquierdo; y uno de los ingredientes más importantes es la dedicatoria especial de este calendario, con el cual rinde homenaje a la memoria de su madre, fallecida previo al inicio del calendario.
“El título lo veo cercano, ahora mismo sólo somos dos en la competencia, Sandy Madera (su compañero con los poblanos) y yo. La verdad es que hemos platicado mucho sobre el título, pero más sobre el equipo y a los dos nos comen las ansias”, confiesa Suárez, quien debutó en la LMB en 1998 con los Tigres entonces capitalinos.
“Fallar los menos turnos posibles y dar los más hits posibles“, atina a responder Luis Mauricio sobre la receta para los juegos venideros. “Tengo un poco de presión por el equipo, por la calificación, pero lo demás está en mis manos, es más personal y creo que puedo conseguirlo, hay que concentrarse unos 20 o 25 turnos más”, detalla.
Desde 1937, cuando Alfonso Nieto, alzó el título de bateo con el Agricultura, ningún mexicano ha promediado arriba de las .400 milésimas al cabo del calendario para alzar el título de bateo. Suárez está cerca de conseguirlo.
“El punto número uno es ser el campeón bateador; lo demás es un lujo, como batear arriba de .400, estoy cerca de bajar, pero este es un equipo que batea mucho y eso es muy contagioso”, agrega.
Cuando restan dos series, Suárez bateará ante Saltillo en el parque Hermanos Serdán, en su diamante, donde promedia grueso .448 en 53 juegos; y cerrará la temporada en de gira en Aguascalientes, en un parque apto para el bateo como el Alberto Romo Chávez, donde en su última visita no tuvo mucha fortuna, al irse de 11-3.
A sus 33 años, el oriundo de la capital del país está muy cerca de rubricar lo que él mismo califica como “el año de mis sueños” y convertirse en el primer mexicano campeón de bateo desde 2005, cuando su ex compañero Javier Robles lo consiguió con los Tigres, entonces de Puebla.