¡Qué tal amigo lector! Es un placer escribirle como cada jueves para ir platicando un poco de lo sucedido en la semana, la cual estuvo llena de actividad en los temas deportivos y asuntos que tienen que ver con la organización de algunos eventos.
ASÍ SÍ...
El Puebla que vimos ayer, es el que mucha gente quiere ver.
Concentrado, metidos en el juego, con garra, con una actitud de hambre de triunfo. Muchos aficionados salieron contentos del estadio, este es su equipo. Le ganó a Estudiantes Tecos, el mismo equipo que frenó al Santos por goleada, ayer por la noche el Puebla le ganó a la buena, 2-1.
Aunque hay que puntualizar y la participación de Roberto Carlos Juárez, no es posible que este defensa siga saltando a la cancha, esta vez no hubo puntos que lamentar, pero como ha dejado que entren los defensas, ojalá entienda Sergio Bueno ese detalle que ayer fue el negrito en el arroz.
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¿EN MANOS DE QUIEN ESTAMOS?
Amigo aficionado, estoy casi seguro que usted ha recibido un mal trato del personal de seguridad que contratan para “Cuidar” el orden dentro del Estadio Cuauhtémoc, caso específico los de negro con naranja… ¡Oh por Dios! Se sienten dueños del estadio y con el derecho de maltratar al aficionado ¿o me equivoco?
Resulta que el domingo llegué al estadio Cuauhtémoc para mi labor periodística y 45 minutos intenté entrar al inmueble y con acreditación en mano, visible y perfectamente bien tramitada y no me daban el acceso.
En la puerta de prensa, bueno, estaba cerrada con candado, a lo que fui a la puerta del estacionamiento, donde un tipo me dijo “por aquí no es la entrada vaya a la de prensa”; al mencionarle que estaba cerrada y que tenía que entrar para hacer mi trabajo me respondió “pues hasta que den la orden de que abran”, hasta ahí me pareció lógico, ellos reciben órdenes.
Al querer entrar por la puerta normal como cualquier aficionado la respetable señora de la misma empresa de seguridad al ver mi acreditación de inmediato me negó la entrada mandándome a la puerta de prensa, la cual como ya he escrito estaba cerrada con candado.
Para esto habían pasado cerca de 20 minutos y el partido de Lobos estaba por comenzar. Regresé a la puerta de prensa y seguía cerrada.
De nueva cuenta regresé a la puerta de aficionados y le pedí a la respetable dama hablar con su jefe, un personaje de nombre Julio, el cual no me dio la cara.
Me mandó a la puerta de estacionamiento, para esto, la prisa, la presión, la hora encima ya me había desesperado, pero conservé la calma, pues no es de mi preferencia sacar mi lado prepotente escudándome en mi profesión.
Le dije al de la puerta del estacionamiento “Me mandaron para acá (supuestamente Julio, el jefe de este heroico cuerpo de seguridad)” y me respondió “Pues te voy a dejar pasar pero es la última vez”; jajaja no sabía si reírme ó contestarle y complementó “Y no te pongas así o te retiro” ¡háganme el favor!
Los aficionados han sido víctimas de algunas prepotencias de estos individuos que imagínense les dan un poquito, una pizca de poder y vean lo que hacen, en su mayoría son eventuales. Pero bueno, en esas manos estamos y está en usted y en nadie más amigo aficionado que se queje si es objeto de abusos. Pues usted va a divertirse y nosotros, la prensa a trabajar. Así como ellos lo hacen, pero hay que hacerlo bien y tener un poco de sentido común.
Es cierto no saben con quién van a tratar. Tan sagrado es su trabajo como el mío.
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SE ACABÓ SU TIEMPO
Con el Irapuato llegó Cuauhtémoc Blanco, aquel icono americanista el cual pues desgraciadamente ya está en el ocaso de su carrera.
Fue triste ver como el “Cuauh” ya no corre, se equivoca en los pases; sí lucha, tiene garra, dirige, orquesta el ataque, pero hasta ahí.
Fue un buen jugador, admirado por todo México en selección nacional, odiado por ser americanista, amado el Veracruz, y recordado por todos los que nos apasiona el futbol.
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TIEMPO AGREGADO
¿En qué se parece el fútbol a Dios?
R= En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales. (Anónimo)
Gracias por un poquito de su tiempo y nos leemos el próximo jueves. Con permiso, yo me voy.
Twitter@JORGEALOPEZ