Justos campeones
Patricio Aguilar
Delgado
Los estilos
marcan épocas. Dicen que para dar pasos firmes y triunfar, se debe tener y
mantener un estilo. Moldearlo, ajustarlo pero jamás perderlo.
Debo reconocer
que el estilo de Erick Fisher a veces me hace pensar que no toma en serio las
cosas, ni las preguntas y mucho menos a quien de pronto le quiere hacer una
pregunta más a fondo… siempre responde con una risa o una broma.
NI hablar, es su
estilo y eso lo hace único. Y hoy, el señor Fisher puede reírse lo que quiera y
bromear lo que quiera. Es el mejor y punto.
Fisher llegó a
heredar un equipo que Héctor Cuervo llevó a una final, pero que no tuvo el tino
suficiente para hacerlo campeón. Y mire que tenía al mejor mariscal de todos los
tiempos en México, en cuanto a números se refiere claro (a mí me siguen
gustando más Altamirano y Villanueva), pero eso es otra cosa.
Cuervo también
tenía su estilo. Igual que jugador. Agrandado, soberbio, serio, distante,
desafiante. Con un staff muy bueno que le ayudó a presentarse en una final ante
los mismos Borregos, en casa y con el mejor en los controles.
A la hora, los
llamados no fueron los correctos y forzó al Goofy a lanzar y lanzar y en la más
importante ser interceptado. Ni hablar así los estilos.
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Los antecesores
La fortuna de
vivir de cerca este deporte me llevó a conocer a los dos que forjaron en estas
dos instituciones privadas, el camino del éxito dentro del terreno del futbol
americano.
Leonardo Luján y
Frank González impusieron un estilo, chocante si quieren, pero definitivamente
exitoso y triunfal.
Teniendo al
alcance de la mano un presupuesto casi ilimitado, fueron forjando con base en
sus ideas y ambiciones a los que hoy son los dos mejores equipos del país y
también los más promocionados.
González con su
tono gringo- norteño siempre fue complicado, alto, grande, arrogante y certero,
muy certero.
Luján se movía
con la vanidad a un lado, el trabajo, la arrogancia de quien se sabe ganador y
al igual que Frank, certero.
Se conocían muy
bien y se celaban. Se guardaban, se escondían…. Trabajaban la temporada con
jugadas que pudieran sorprender al otro. Había jugadas especiales para Borregos
y Aztecas, adaptaciones de libros de la NCAA que en ONEFA, obviamente hacían
pedazos a sus rivales.
Cómo olvidar esa
ofensiva sin reunión que hizo tremendamente eficaz Enrique Villanueva, la misma
que le llevó a tener impresionantes números a la ofensiva, mismos que otro
Azteca posee ahora.
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Felicidades Fisher
No perder el
temple ni ofuscarse porque las cosas de momento no salen, fue uno de los puntos
a favor de Fisher en la gran final.
Estando en casa,
con la presión de no ser campeón desde 2010 y sobre todo, el duelo interno y
deportivo con su más odiado rival, pudo
obligarlo a mandar jugadas no dominadas con la idea de sorprender.
No inventó,
utilizó la variedad que tiene en su ofensiva y culminó dos jugadas en el
momento importante con un QB que al igual que él, se contagió de la
tranquilidad y simplemente… ejecutaron.
Un fuerte abrazo,
son los mejores. Pero ya pasó. Como bien decían Luján y Frank: “El sábado fue maravilloso pero hoy ya es
martes y, tenemos por delante… una nueva temporada”.
Nos leemos la próxima semana, mientras tanto…
nos vemos de lunes a viernes a
las 5:55 horas por Televisa Puebla en TV3
noticias Matutino y nos escuchamos a las 8.30 en Explosión Deportiva por la Ke Buena 1010 AM.
