He
leído tanto cierto y tantas sandeces también sobre el tema del error de
Campestrini contra Chivas que me cuesta ya trabajo definir qué es lo que
quieren los aficionados.
He
leído desde lo que lo insultan de manera desproporcionada hasta los que lo
apapachan de una forma paternalista ridícula.
El
señor cometió uno de los errores más burdos y bárbaros que he visto en mis 23
años de narrar y comentar de futbol. El señor se desconcentró como nunca debió
hacerlo y menos con la circunstancia que rodea al Puebla.
Estoy
convencido que no fue con dolo. Pero de pronto pareciera.
Cristian
debe comprender lo que el equipo se está jugando y obligadamente debe pulir los
defectos que tiene como portero. Sí, es tremendo atajador pero deficiente en
salidas por arriba y en balones a segundo poste.
Debe
obligadamente trabajarlo, una y otra vez hasta que le salga bien. Digo, si
quiere dejar de sufrir por ello.
Dolor
y sarcasmo
No
gana nada en el papel de la víctima. “Todo es culpa mía”, “el equipo pierde por
mi culpa”, “todos los males son por mi”, “en todos los equipos me han tratado
mal y en este también”, “Si me dan una patada en el culo me voy ya buscar
trabajo en otro equipo”.
No.
Esa es la salida sencilla. Hay que poner el pecho a las balas (o los balines,
él sabe bien de eso) y lograr la permanencia del equipo en Primera División.
Para eso lo trajeron.
El
sarcasmo hay que dejarlo para cuando se salven y quiera mandar un buen mensaje.
Antes no. No va. Y menos cuando se pierde de esa manera.
Vuelvo
a ver la jugada y me enojo, me da coraje, simplemente no lo puedo creer. Porque
lo veo es que sé que pasó, si me lo platican, pensaría que es una broma.
Pero
no, es la realidad de un equipo que planeó mal y que ahora sobrevive de lo poco
que pueden sus “refuerzos” aportar, de la clase que lamentablemente no tienen.
No
fue el único
El
error de Campestrini es grosero. Pero hay otros que pesan casi igual. La falta
de técnica con la que Centurión ataca el balón de Fierro es burda también.
Con
la rodilla a media altura y hacia su portería. De igual manera es inverosímil.
Y vale lo mismo que un error del portero. Un gol.
¿Qué tal los errores a la hora de definir?, ¿qué
tal los errores a la hora de hacerse expulsar de una forma tonta?, ¿qué tal los
ajustes desatinados en los relevos?, ¿Qué tal el mal tino para contratar
jugadores y “refuerzos”?.
Que
no me digan que tienen mucha capacidad. Ninguno ha marcado realmente
diferencia. Lo que hacen lo hace también un jugador mexicano. No tengo duda. No
cambian nada, no son referente, no son solución.
Por
eso duelen tanto las distracciones de Campestrini, porque el sí había
demostrado capacidad y el si había marcado diferencia. Lamentablemente sus
yerros cuestan puntos.
Así
es la posición del portero. Maravillosamente ingrata.
Hoy
en Veracruz
La
Franja se juega hoy en Veracruz mucho de la permanencia. Un triunfo lo pone a
10 puntos de distancia con 12 por disputar. Casi estaría firmando su check in
para la próxima campaña.
Una
derrota lo pone a tiro de piedra con 4 puntos con 12 por delante. Una verdadera
ruleta rusa si tomamos en cuenta que el rival que sigue es Cruz Azul.
Olvídense
un rato del juego contra Chivas y del error de Campestrini y jueguen contra los
Tiburones como si fuera el último de sus vidas. Si ganan la memoria corta de
los aficionados irá borrando la amargura de la barbaridad del Omnilife.
Pero
si no ganan… el recuerdo de esa jugada y las nuevas, serán un fantasma que
seguirá a quien le toque por mucho tiempo. Será su cruz.
La
Frase
“Un
jugador es tan bueno o tan malo, como su último partido”
Nos
leemos la próxima semana en éste mismo espacio. Mientras tanto, nos vemos de
lunes a viernes a las 5:50 am en Las
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