domingo, 18 de mayo de 2014

PERICOS SE LLEVÓ LA SERIE ANTE TIGRES.


Ángel Berroa comandó la ofensiva poblana, Mauricio Lara cumplió una sólida labor en el centro del diamante y Pedro Rodríguez cerró el telón para que los Pericos de Puebla se llevaran el triunfo por pizarra de 8-6, sobre los Tigres de Quintana Roo, con esto los emplumados se quedan con la serie.

Pericos tomó la delantera en el primer rollo, con la casa llena y sin out de por medio, Sandy Madera sacó sencillo al central para impulsar par de carreras, ante la serpentina de Enrique Lechuga.

En el segundo capítulo, Willy Taveras se encargó de timbrar la tercera carrera de los locales, primero se embasó con sencillo, después avanzó a segunda con rola de Alberto Carreón, y finalmente se robó la tercera base, en la jugada un mal disparo de Jesús Espinoza llegó a tierra prometida.

En el cuarto acto Alberto Carreón y Ángel Berroa pegaron bambinazos solitarios espalda con espalda para poner la pizarra 5-0.

Para la quinta tanda, Ángel Berroa encontró la casa llena y sacó hit al central para fabricar dos más.

En el sexto rollo, Tigres se quitó la blanqueada; con la casa llena y un tercio fuera, Ronnier Mustelier elevó de sacrificio al izquierdo, después apareció Ricardo Nanita para remolcar la segunda anotación con sencillo al central. En la parte baja Pericos volvió a responder a la ofensiva, con remolque de Carlos Ibarra, sacó sencillo al central, para mandar al plato a Luis Mauricio Suárez.

Tigres volvió a registrar número en la pizarra en el séptimo rollo con bambinazo, productor de par de carreras, de Jesús Espinoza, esto ante los lanzamientos de Adolfo Delfín.

Los visitantes apretaron el juego en la octava tanda, con par de jonrones solitarios, los autores fueron Ronnier Mustelier y Ricardo Nanita, esto ante los disparos de Conrado Garza, sin embargo Pedro Rodríguez entró para frenar a la ofensiva felina.

La victoria se la llevó Mauricio Lara con labor de cinco entradas y dos tercios, aceptó cuatro hits y dos carreras, dio un pasaporte y ponchó a tres enemigos. El descalabro se lo llevó Enrique Lechuga, y el salvamento fue para Pedro Rodríguez.